Microsoft y OpenAI anunciaron el martes un nuevo acuerdo que reescribe el núcleo de su asociación y allana el camino para que OpenAI se convierta en una corporación de beneficio público con fines de lucro.
La nueva estructura le da a Microsoft una participación del 27% en OpenAI Group PBC valorada en aproximadamente 135 mil millones de dólares, mientras que la organización sin fines de lucro OpenAI tendrá alrededor de 130 mil millones de dólares en la entidad con fines de lucro, eliminando el controvertido poder anterior de Microsoft de sermaticel proveedor de nube predeterminado para OpenAI.
Según el anuncio , OpenAI se ha comprometido a comprar 250 mil millones de dólares en capacidad de nube de Azure, lo que significa que Microsoft todavía obtiene un negocio masivo de infraestructura incluso sin derechos de primera preferencia.
La compañía también confirmó que Sam Altman no recibirá acciones en la nueva estructura, lo que ha generado sorpresa en Wall Street y Silicon Valley.
El acuerdo otorga a Microsoft el derecho a utilizar los modelos y la tecnología de OpenAI, excepto para los proyectos de hardware de consumo que se desarrollan con Jony Ive, hasta 2032.
Esto incluye el acceso a cualquier modelo creado después de que OpenAI afirme haber alcanzado la inteligencia artificial general (IAG), pero ahora dicha afirmación debe ser verificada por un panel de expertos independiente. Sin verificación independiente dent la IAG no cuenta. Así de simple.
El acceso de Microsoft a la investigación de OpenAI finalizará cuando se confirme la AGI o en 2030, lo que ocurra primero. Cuando se confirme la AGI, también finalizará el acuerdo de reparto de ingresos entre ambas partes.
Entonces, llega el segundo IAG y es reconocido oficialmente, las reglas del dinero cambian. Sin regalías a largo plazo. Sin porciones extra. Tira del cordón. Listo.
OpenAI ahora también puede trabajar con otras empresas, aunque con condiciones: los productos API deben seguir siendo exclusivos de la nube Azure de Microsoft, mientras que los productos que no son API pueden ejecutarse en cualquier proveedor de nube.
Mientras tanto, Microsoft ahora puede desarrollar la IAG por su cuenta, pero si lo hace utilizando tecnología relacionada con OpenAI, se enfrentará a límites de computación. En otras palabras, «construye tu propia IA, pero no te aceleres por la puerta trasera usando la nuestra».
Este acuerdo también resuelve el papel de Microsoft como principal obstáculo para la transición de OpenAI a una estructura lucrativa normal. Con esto resuelto, OpenAI ahora puede impulsar planes de expansión más amplios, incluyendo su Proyecto Stargate a gran escala, que implicará una red de enormes centros de datos en Estados Unidos utilizando la infraestructura en la nube de Oracle. Así, el futuro ya no depende de un solo actor en la nube.
Hasta la fecha, ambas empresas se han beneficiado enormemente de su relación. OpenAI invirtió enormes cantidades de capital en Microsoft Azure, y Microsoft aportó miles de millones de dólares en financiación.
Esta alianza los colocó por delante de Amazon y Google en la carrera de la IA.
OpenAI se fundó en 2015 para garantizar que cualquier IA futura beneficie a la humanidad. Pero ahora, en su proceso de reestructuración como entidad comercial con grandes planes de capital, Sam Altman no tendrá participación accionaria en el recién formado grupo con fines de lucro.
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