El Oro (XAU/USD) se mantiene firme dentro de rangos familiares el martes, recuperándose modestamente de las caídas anteriores tras encontrar soporte cerca de la zona de 3.970$. Al momento de escribir, el XAU/USD cotiza alrededor de 3.995$, ya que los operadores se muestran reacios a tomar nuevas posiciones en medio de un Dólar estadounidense (USD) más fuerte y un tono cauteloso por parte de la Reserva Federal (Fed).
El Oro parece estar en una fase de consolidación saludable tras su corrección desde el máximo histórico de 4.381$ alcanzado el 20 de octubre. Un retroceso en las acciones globales está ayudando a limitar las pérdidas en el lingote, ya que el enfriamiento del apetito por el riesgo ofrece algo de soporte al metal. Sin embargo, el potencial alcista sigue siendo limitado en medio de flujos de refugio seguro reducidos y expectativas desvanecidas de otro recorte de tasas de interés de la Fed este año.
No obstante, la tendencia alcista más amplia se mantiene intacta, ya que las persistentes incertidumbres geopolíticas y económicas continúan manteniendo a los inversores cautelosos. Al mismo tiempo, el prolongado cierre del gobierno de los Estados Unidos (EE.UU.) sigue siendo un lastre para el sentimiento del mercado.
El Oro (XAU/USD) carece de un impulso direccional claro, cotizando dentro de un rango estrecho justo por debajo de la marca de 4.000$. En el gráfico de 4 horas, el metal enfrenta resistencia inmediata en la SMA de 50 períodos, que se alinea estrechamente con la zona de 4.020$–4.050$, un área de soporte convertida en resistencia.
Un movimiento sostenido por encima de esta región podría allanar el camino hacia la SMA de 100 períodos cerca de 4.107$, con compras de seguimiento que podrían extender las ganancias hacia la zona de 4.150$.
A la baja, el soporte inicial se encuentra en el mínimo intradía de 3.966$, seguido por el nivel psicológico de 3.900$. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) en el gráfico de 4 horas se sitúa cerca de 47, indicando un sesgo neutral y reforzando la visión de consolidación dentro del rango actual.
La política monetaria de Estados Unidos está dirigida por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de los precios y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos objetivos es ajustar los tipos de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal, ésta sube los tipos de interés, incrementando los costes de los préstamos en toda la economía. Esto se traduce en un fortalecimiento del Dólar estadounidense (USD), ya que hace de Estados Unidos un lugar más atractivo para que los inversores internacionales coloquen su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Reserva Federal puede bajar los tipos de interés para fomentar el endeudamiento, lo que pesa sobre el billete verde.
La Reserva Federal (Fed) celebra ocho reuniones al año, en las que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) evalúa la situación económica y toma decisiones de política monetaria. El FOMC está formado por doce funcionarios de la Reserva Federal: los siete miembros del Consejo de Gobernadores, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y cuatro de los once presidentes de los bancos regionales de la Reserva, que ejercen sus cargos durante un año de forma rotatoria.
En situaciones extremas, la Reserva Federal puede recurrir a una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Es una medida de política no estándar utilizada durante las crisis o cuando la inflación es extremadamente baja. Fue el arma elegida por la Fed durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos de alta calidad de instituciones financieras. El QE suele debilitar al Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso a la QE, por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a instituciones financieras y no reinvierte el capital de los bonos que tiene en cartera que vencen, para comprar nuevos bonos. Suele ser positivo para el valor del Dólar estadounidense.