El Euro (EUR) se aprecia frente a la Libra esterlina (GBP) el lunes, ya que los datos económicos débiles del Reino Unido y los comentarios moderados del Banco de Inglaterra (BoE) pesan fuertemente sobre la Libra. Mientras tanto, el Euro se mantiene estable a pesar de las tensiones comerciales latentes entre la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos (EE.UU.).
El cruce EUR/GBP abrió la semana con un sesgo alcista constante, impulsado por la renovada debilidad de la Libra. En el momento de escribir, el par se cotiza alrededor de 0.8710 durante las primeras horas de negociación en América, manteniéndose cerca de un máximo de dos semanas.
El inesperado descenso en el Producto Interior Bruto (PIB) del Reino Unido para mayo, publicado el viernes, ha intensificado las preocupaciones sobre el impulso económico del país. Según la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS), la economía se contrajo un 0.1% en mayo, tras una contracción más pronunciada del 0.3% en abril. La caída fue impulsada por la debilidad en sectores clave, incluyendo manufactura, producción industrial y construcción, mientras que solo el sector servicios mostró un crecimiento modesto.
Sumando presión bajista sobre la Libra, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, reiteró el lunes que las tasas de interés están en un camino a la baja. En una entrevista con The Times, Bailey dijo que la "holgura" económica está comenzando a emerger, particularmente en respuesta a las mayores contribuciones de seguro nacional de los empleadores, que espera aliviará las presiones inflacionarias. Afirmó: "Realmente creo que el camino es hacia abajo", mientras señalaba que el ritmo de los recortes de tasas seguiría siendo "gradual y cuidadoso". Sin embargo, Bailey también advirtió que si la holgura se abre más rápido de lo anticipado, el banco central podría responder con una acción más decisiva.
Los comentarios de Bailey se alinean con un creciente cuerpo de evidencia que sugiere que el mercado laboral del Reino Unido está comenzando a perder impulso. Una reciente encuesta de KPMG-REC mostró que la disponibilidad de personal aumentó al ritmo más rápido desde finales de 2020 en junio, reflejando una fuerte desaceleración en la demanda de contratación. Las vacantes de empleo permanentes cayeron a la tasa más pronunciada en dos años, mientras que los datos oficiales mostraron que el desempleo aumentó al 4.6% en los tres meses hasta abril, un máximo de cuatro años.
La combinación de datos económicos débiles del Reino Unido, un mercado laboral en desaceleración y presiones fiscales crecientes está fortaleciendo el caso para un ciclo de flexibilización más agresivo por parte del BoE. Los participantes del mercado ahora asignan aproximadamente un 90% de probabilidad a un recorte de tasas en la reunión de agosto del BoE, con expectativas en aumento para tres recortes durante el próximo año, totalizando 75 puntos básicos. Mientras tanto, el BCE parece estar acercándose al final de su ciclo de flexibilización a medida que los funcionarios se vuelven más cautelosos en medio de preocupaciones persistentes sobre la inflación. Esta perspectiva de política divergente podría seguir apoyando al Euro frente a la Libra.
De cara al futuro, todas las miradas se centran en las próximas publicaciones de inflación, con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Reino Unido programado para el martes y el IPC de la Eurozona para el jueves. Un dato más débil del Reino Unido podría consolidar las expectativas de un recorte de tasas en agosto por parte del BoE, mientras que una inflación estable en la Eurozona podría reforzar la postura cautelosa del BCE. Esto podría mantener al EUR/GBP con sesgo al alza en el corto plazo.
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.