El USD/MXN estableció un mínimo diario en 18.65, encontrando compradores que impulsaron la paridad a máximos no vistos del 3 de julio en 18.78. En estos momentos, el USD/MXN opera sobre 18.74, ganando un 0.51% en la jornada del lunes.
Donald Trump anunció el sábado pasado, la imposición de una tarifa de un 30% a los productos originarios de México a través de una carta enviada a la presidenta Claudia Sheinbaum. Se prevé que estos aranceles entren en vigor a partir del 1 de agosto, aunque los inversores esperan que se alcance un acuerdo comercial antes de esta fecha.
Por otro lado, el Índice del Dólar (DXY) cotiza en terreno positivo, avanzando un 0.24% en la primera jornada de la semana, visitando máximos del 25 de junio en 98.13, hilando cuatro sesiones consecutivas con ganancias.
La agenda económica considera el día de mañana la publicación del Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos, el consenso del mercado proyecta el aumento de un 2.7% interanual en junio frente al 2.4% observado el mes anterior.
En medio de este contexto, el Peso mexicano cotiza en zona de pérdidas, mientras que el USD/MXN repunta un 0.51% diario, alcanzando máximos del 3 de julio en 18.78, firmando su segunda jornada consecutiva al alza.
El USD/MXN formó una resistencia de corto plazo dada por el máximo del 23 de junio en 19.35. La siguiente resistencia clave la observamos en 19.78 máximo del 6 de mayo en convergencia con el retroceso al 38.2% de Fibonacci. Al sur, el soporte clave se encuentra en 17.60, mínimo del 12 de julio de 2024.
Gráfico diario del USD/MXN
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.