El GBP/USD continúa golpeando máximos de varios años por encima de 1.3700, con el par manteniéndose a flote en volúmenes intradía escasos el lunes. Los flujos del Dólar continúan inclinándose hacia el lado bajista, manteniendo la acción del precio del Cable en rieles y limitando la caída.
Los datos económicos del Reino Unido no lograron mover la aguja el lunes, y los operadores del Cable se centrarán en la aparición doble del martes del gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Andrew Bailey, y del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell. Ambos jefes de bancos centrales participarán en el Foro de Bancos Centrales 2025 del Banco Central Europeo (BCE), que se lleva a cabo en Sintra, Portugal.
También se publicarán el martes los datos del Índice de Gerentes de Compras (PMI) manufacturero ISM de EE.UU. para junio más tarde en el día. Las previsiones medianas del mercado esperan que los resultados de la encuesta de sentimiento empresarial agregados suban a 48.8 desde 48.5. Sin embargo, los inversores estarán atentos a cualquier caída inesperada en las expectativas empresariales, ya que las amplias políticas arancelarias de la administración Trump, que incluyen un arancel global del 10% sobre todos los bienes importados a EE.UU., así como un asombroso arancel del 50% sobre todas las importaciones de acero y aluminio, comienzan a afectar la economía doméstica de EE.UU.
El GBP/USD tuvo un recorrido extendido hacia nuevos máximos de 44 meses la semana pasada, superando 1.3770 por primera vez desde octubre de 2021. El par está en camino de cerrar en positivo por quinto mes consecutivo a medida que el Dólar estadounidense se debilita en general.
Los compradores del Cable pueden estar volando demasiado cerca del sol, ya que los precios del GBP/USD rápidamente superan las líneas de tendencia en ascenso, con la acción del precio cotizando muy por encima de la media móvil exponencial (EMA) de 200 días cerca de 1.3020. Los osciladores técnicos están en territorio de sobrecompra, advirtiendo de un posible retroceso en el horizonte.
La Libra esterlina (GBP) es la moneda más antigua del mundo (886 d. C.) y la moneda oficial del Reino Unido. Es la cuarta unidad de cambio de divisas (FX) más comercializada en el mundo, representando el 12% de todas las transacciones, con un promedio de 630 mil millones de $ al día, según datos de 2022. Sus pares comerciales clave son GBP/USD, que representa el 11% de FX, GBP/JPY (3%) y EUR/GBP (2%). La Libra esterlina es emitida por el Banco de Inglaterra (BoE).
El factor más importante que influye en el valor de la Libra esterlina es la política monetaria decidida por el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra basa sus decisiones en si ha logrado su objetivo principal de "estabilidad de precios": una tasa de inflación constante de alrededor del 2%. Su principal herramienta para lograrlo es el ajuste de los tipos de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, el Banco de Inglaterra intentará controlarla subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para las personas y las empresas. Esto es generalmente positivo para la libra esterlina, ya que los tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores globales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae demasiado es una señal de que el crecimiento económico se está desacelerando. En este escenario, el Banco de Inglaterra considerará bajar los tipos de interés para abaratar el crédito, de modo que las empresas se endeudarán más para invertir en proyectos que generen crecimiento.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden afectar el valor de la libra esterlina. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios y el empleo pueden influir en la dirección de la Libra esterlina.
Otro dato importante que se publica y afecta a la Libra esterlina es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda se beneficiará exclusivamente de la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo