La Libra esterlina (GBP) enfrenta una intensa presión de venta contra sus principales pares el miércoles tras la publicación de los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) del Reino Unido para septiembre.
La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) informó que el IPC subyacente – que excluye componentes volátiles de alimentos, energía, alcohol y tabaco – creció un 3.5% interanual, menos de lo esperado. Los economistas pronosticaron que las presiones de precios subyacentes habrían aumentado un 3.7% frente a la lectura anterior del 3.6%.
La inflación general subió de manera constante un 3.8% interanual, más lento que las estimaciones del 4.0%. En términos mensuales, los precios se mantuvieron estables tras crecer un 0.3% en agosto.
La inflación en el sector de servicios, que es monitoreada de cerca por el Banco de Inglaterra (BoE), se mantuvo estable en 4.7%.
Las señales de alivio en las presiones de precios fortalecerían las expectativas del mercado de más recortes de tasas de interés por parte del BoE en lo que queda del año. La semana pasada, las expectativas dovish del BoE aumentaron tras la publicación de los datos de empleo para los tres meses que terminaron en agosto, que mostraron una tasa de desempleo más alta y una desaceleración en el crecimiento salarial.
La Libra esterlina cae aún más cerca de 1.3330 frente al Dólar estadounidense el miércoles. El par GBP/USD se desliza tras no lograr superar el nivel marcado por la media móvil exponencial (EMA) de 20 días, que cotiza alrededor de 1.3407.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días cae cerca de 40.00. Un nuevo impulso bajista surgiría si el RSI cae por debajo de ese nivel.
Mirando hacia abajo, el mínimo del 1 de agosto de 1.3140 actuará como una zona de soporte clave. En el lado positivo, el nivel psicológico de 1.3500 actuará como una barrera clave.
La Libra esterlina (GBP) es la moneda más antigua del mundo (886 d. C.) y la moneda oficial del Reino Unido. Es la cuarta unidad de cambio de divisas (FX) más comercializada en el mundo, representando el 12% de todas las transacciones, con un promedio de 630 mil millones de $ al día, según datos de 2022. Sus pares comerciales clave son GBP/USD, que representa el 11% de FX, GBP/JPY (3%) y EUR/GBP (2%). La Libra esterlina es emitida por el Banco de Inglaterra (BoE).
El factor más importante que influye en el valor de la Libra esterlina es la política monetaria decidida por el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra basa sus decisiones en si ha logrado su objetivo principal de "estabilidad de precios": una tasa de inflación constante de alrededor del 2%. Su principal herramienta para lograrlo es el ajuste de los tipos de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, el Banco de Inglaterra intentará controlarla subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para las personas y las empresas. Esto es generalmente positivo para la libra esterlina, ya que los tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores globales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae demasiado es una señal de que el crecimiento económico se está desacelerando. En este escenario, el Banco de Inglaterra considerará bajar los tipos de interés para abaratar el crédito, de modo que las empresas se endeudarán más para invertir en proyectos que generen crecimiento.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden afectar el valor de la libra esterlina. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios y el empleo pueden influir en la dirección de la Libra esterlina.
Otro dato importante que se publica y afecta a la Libra esterlina es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda se beneficiará exclusivamente de la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo