El Euro se fortalece frente a la Libra esterlina el lunes, con el EUR/GBP recuperándose a alrededor de 0.8742 en el momento de escribir, después de caer brevemente a un mínimo de una semana más temprano en el día. El cruce ganó tracción mientras la Libra sigue presionada por las preocupaciones fiscales en curso del Reino Unido, mientras que los comentarios ligeramente dovish del subgobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Dave Ramsden, añadieron presión sobre la Libra.
El subgobernador del BoE, Dave Ramsden, dijo en un panel en una conferencia del Banco Central Europeo el lunes que hay "margen para una mayor eliminación de la restricción de la política", mientras enfatizaba que un "enfoque gradual y cuidadoso sobre las tasas es apropiado". Ramsden señaló que el mercado laboral del Reino Unido "continúa aflojándose, con el crecimiento salarial normalizándose" y que "los acuerdos salariales están ahora en gran medida alineados con las encuestas de salarios".
Agregó que, si bien se espera que la inflación general "aumente ligeramente más antes de alcanzar su punto máximo", está "seguro de que volveremos a llevar la inflación al objetivo" y ve los riesgos para las perspectivas como "equilibrados".
La política fiscal del Reino Unido siguió siendo un obstáculo para la Libra. Más temprano el lunes, la Canciller Rachel Reeves reiteró su compromiso de no aumentar el IVA, el impuesto sobre la renta o el Seguro Nacional durante el actual Parlamento en un esfuerzo por tranquilizar a los hogares y las empresas en medio de la creciente especulación sobre posibles aumentos de impuestos.
No obstante, se negó a descartar otras medidas para aumentar los ingresos, enfatizando la necesidad de "disciplina económica" mientras el gobierno lidia con los elevados costos de endeudamiento y las persistentes presiones presupuestarias.
Por el lado del Ruro, los datos de sentimiento publicados más temprano el lunes pintaron un panorama mixto pero estable. El Índice de Clima Empresarial de la Comisión Europea cayó a -0.76 en septiembre desde -0.72 en agosto. La Confianza del Consumidor se mantuvo sin cambios en -14.9, en línea con las previsiones, mientras que el Indicador de Sentimiento Económico subió a 95.5 desde un revisado al alza 95.3 en agosto.
Mirando hacia adelante, la atención se centrará en los datos preliminares de inflación de septiembre en la Eurozona, con lecturas nacionales de Alemania, Francia e Italia programadas para el martes y la cifra a nivel de bloque el miércoles. Los números preliminares de España, publicados más temprano el lunes, apuntaron a una ligera moderación en las presiones de precios mensuales junto con tasas anuales estables.
En el Reino Unido, la atención también se dirigirá a los datos finales del Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre que se publicarán el martes.
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.