El Dólar estadounidense sigue cotizando dentro de un rango estrecho, con intentos de alza limitados en 0.7980, tras un rechazo de la zona psicológica de 0.8000 el jueves. Las solicitudes de desempleo más altas y las cifras moderadas de inflación del consumidor cimentaron las esperanzas de recortes por parte de la Fed y socavaron la demanda especulativa por el USD.
Las solicitudes semanales de beneficios por desempleo aumentaron a un máximo de cuatro años de 263K la semana pasada, muy por encima de las 235K esperadas y por encima de las 236K de la semana anterior.
Al mismo tiempo, el Índice de Precios al Consumidor de agosto cumplió con las expectativas del mercado, con la inflación anual acelerándose al 2.9% desde el 2.7% y el IPC subyacente estable, en 3.1%, confirmando que las condiciones están dadas para un recorte de tasas en septiembre, y uno o dos más antes de fin de año.
Más tarde hoy, se espera que el Índice de Sentimiento del Consumidor de Michigan de EE. UU. muestre un mayor deterioro en septiembre. Se prevé que el índice caiga a 58.0 desde 58.2 en agosto, niveles aproximadamente un 15% por debajo de los vistos el año pasado en estas fechas, y añadiendo presión sobre la Fed para que reduzca los costos de endeudamiento.
Sin embargo, el Franco suizo no está logrando capitalizar la debilidad del Dólar estadounidense, ya que los comentarios moderados del presidente del Banco Nacional Suizo (SNB), Martin Schlegel, afirmando que el banco "no dudará" en aliviar aún más la política monetaria, siguen pesando sobre la demanda del Franco suizo.
El Franco suizo (CHF) es la moneda oficial de Suiza. Se encuentra entre las diez monedas más negociadas a nivel mundial, alcanzando volúmenes que superan con creces el tamaño de la economía suiza. Su valor está determinado por el sentimiento general del mercado, la salud económica del país o las medidas adoptadas por el Banco Nacional Suizo (SNB), entre otros factores. Entre 2011 y 2015, el Franco suizo estuvo vinculado al Euro (EUR). La vinculación se eliminó abruptamente, lo que resultó en un aumento de más del 20% en el valor del franco, lo que provocó una turbulencia en los mercados. Aunque la vinculación ya no está en vigor, la suerte del franco suizo tiende a estar altamente correlacionada con la del euro debido a la alta dependencia de la economía suiza de la vecina eurozona.
El Franco suizo (CHF) se considera un activo de refugio seguro, o una moneda que los inversores tienden a comprar en épocas de tensión en los mercados. Esto se debe a la percepción que se tiene de Suiza en el mundo: una economía estable, un sector exportador fuerte, grandes reservas del banco central o una postura política de larga data hacia la neutralidad en los conflictos globales hacen que la moneda del país sea una buena opción para los inversores que huyen de los riesgos. Es probable que los tiempos turbulentos fortalezcan el valor del CHF frente a otras monedas que se consideran más riesgosas para invertir.
El Banco Nacional Suizo (BNS) se reúne cuatro veces al año (una vez cada trimestre, menos que otros bancos centrales importantes) para decidir sobre la política monetaria. El banco aspira a una tasa de inflación anual inferior al 2%. Cuando la inflación supera el objetivo o se prevé que lo superará en el futuro previsible, el banco intentará controlar el crecimiento de los precios elevando su tipo de referencia. Los tipos de interés más altos suelen ser positivos para el Franco suizo (CHF), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, los tipos de interés más bajos tienden a debilitar el CHF.
Los datos macroeconómicos publicados en Suiza son fundamentales para evaluar el estado de la economía y pueden afectar la valoración del Franco suizo (CHF). La economía suiza es estable en términos generales, pero cualquier cambio repentino en el crecimiento económico, la inflación, la cuenta corriente o las reservas de divisas del banco central tienen el potencial de desencadenar movimientos en el CHF. En general, un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y un alto nivel de confianza son buenos para el CHF. Por el contrario, si los datos económicos apuntan a un debilitamiento del impulso, es probable que el CHF se deprecie.
Como economía pequeña y abierta, Suiza depende en gran medida de la salud de las economías vecinas de la Eurozona. La Unión Europea en su conjunto es el principal socio económico de Suiza y un aliado político clave, por lo que la estabilidad de la política macroeconómica y monetaria en la eurozona es esencial para Suiza y, por ende, para el Franco suizo (CHF). Con tal dependencia, algunos modelos sugieren que la correlación entre la suerte del euro (EUR) y el Franco suizo es superior al 90%, o casi perfecta.