La Encuesta de Ofertas de Empleo y Rotación Laboral (JOLTS) será publicada el martes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) de Estados Unidos (EE.UU.). La publicación proporcionará datos sobre el cambio en el número de ofertas de empleo en abril, junto con el número de despidos y renuncias.
Los datos JOLTS son examinados por los participantes del mercado y los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) porque pueden proporcionar información valiosa sobre la dinámica de oferta y demanda en el mercado laboral, un factor clave que impacta los salarios y la inflación. Las ofertas de empleo han estado disminuyendo constantemente desde que alcanzaron los 12 millones en marzo de 2022, lo que indica un enfriamiento constante en las condiciones del mercado laboral. En enero, el número de ofertas de empleo fue superior a 7,7 millones antes de disminuir a 7,2 millones en marzo.
Los mercados esperan que las ofertas de empleo retrocedan ligeramente a 7,1 millones en el último día hábil de abril. Con la creciente incertidumbre en torno al posible impacto de la política comercial del presidente de EE.UU., Donald Trump, en las perspectivas económicas e inflacionarias, los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) han estado expresando sus preocupaciones sobre un posible enfriamiento en el mercado laboral.
Las minutas de la reunión de política monetaria de la Fed del 6 y 7 de mayo mostraron que los responsables de la política acordaron que los riesgos de un aumento del desempleo habían aumentado. Aún así, la presidenta de la Fed de Dallas, Lorie Logan, argumentó que los riesgos para el empleo y los objetivos de inflación estaban "razonablemente equilibrados", añadiendo que podría llevar "bastante tiempo" ver un cambio en el equilibrio de riesgos.
Es importante señalar que el informe JOLTS se refiere al final de abril, mientras que el informe oficial de empleo, que se publicará el viernes, mide datos de mayo. Independientemente de la naturaleza rezagada de los datos JOLTS, una disminución significativa en el número de ofertas de empleo, con una lectura muy por debajo de 7 millones, podría alimentar temores sobre un debilitamiento del mercado laboral. En este escenario, es probable que el Dólar estadounidense (USD) enfrente una renovada presión de venta con la reacción inmediata.
Por otro lado, un aumento brusco, con una cifra en o por encima de 7,7 millones, podría sugerir que el mercado laboral se mantiene relativamente estable. La herramienta FedWatch de CME muestra que los mercados no esperan que la Fed recorte la tasa de política en la próxima reunión de política en junio, mientras que valoran en casi un 25% la probabilidad de una reducción de 25 puntos básicos (pbs) en julio. Esta posición del mercado sugiere que una sorpresa positiva podría apoyar al USD al hacer que los inversores se inclinen hacia un retraso en la reducción de tasas hasta septiembre.
Los números de ofertas de empleo se publicarán el martes a las 14:00 GMT. Eren Sengezer, analista líder de la sesión europea en FXStreet, comparte su perspectiva técnica para el EUR/USD:
"La perspectiva técnica a corto plazo apunta a una acumulación de impulso alcista en el EUR/USD. El indicador del Índice de Fuerza Relativa (RSI) en el gráfico diario se mantiene cerca de 60 y el par se aleja de la media móvil simple de 20 días, actualmente ubicada en 1.1280, después de haber caído por debajo de ella la semana anterior."
"En el lado positivo, 1.1530-1.1575 (punto final de la tendencia alcista de tres meses, máximo del 21 de abril) se alinea como la primera región de resistencia antes de 1.1700 (nivel estático, nivel redondo) y 1.1780 (límite superior del canal ascendente). Mirando hacia el sur, el área de soporte inicial podría verse en 1.1280 (SMA de 20 días, retroceso de Fibonacci del 23.6%) antes de 1.1200-1.1180 (SMA de 50 días, límite inferior del canal ascendente) y 1.1080 (retroceso de Fibonacci del 38.2%)."
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.