El S&P 500 reaccionó al alza desde mínimos del 7 de julio en 6.200, encontrando compradores que impulsaron el índice a un máximo diario en 6.265. Actualmente, el S&P 500 cotiza en 6.260, subiendo un 0.35% el día de hoy.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incrementó la volatilidad en los mercados financieros al darse a conocer que consultó a legisladores republicanos si debería remover del cargo a Jerome Powell antes de la conclusión de su mandato en mayo de 2026.
La autonomía de la Fed ha sido atacada continuamente por Trump, buscando influir en una tasa de interés más baja que no converge con la postura actual del banco central.
En otro frente, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos anunció que el índice de precios de producción subió un 2.3% interanual en junio. Esta cifra se sitúa por debajo del 2. 5% previsto por los analistas y del 2.6% observado en mayo.
En el mercado accionario, los títulos de Johnson and Johnson (JNJ) suben un 6.19% el día de hoy, alcanzando máximos no vistos desde el 31 de marzo en 166.12$.
JNJ dio a conocer su reporte trimestral, obteniendo ingresos por 23.74 mil millones de dólares frente a los 22.85 mil millones de dólares proyectados por el mercado, así como una ganancia por acción de 2.77$, por encima de los 2.68$ esperados por el mercado.
Siguiendo la perspectiva alcista, los valores de Global Payments (GPN) avanzan un 6.51% en la jornada del miércoles, visitando máximos del 16 de mayo en 83.18$, liderando las ganancias en el índice bursátil.
El S&P 500 repunta 21 puntos, finalizando la sesión en 6.260.
El S&P 500 estableció un soporte de corto plazo en 5.917, dado por el mínimo del 19 de junio en convergencia con el retroceso al 78.6% de Fibonacci. El siguiente soporte importante se encuentra en 5.742 mínimo del 23 de mayo. Al alza proyectamos una toma de beneficios en 6700, número cerrado que converge con la extensión al 127.2% de Fibonacci.
Gráfico diario del S&P 500
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.