El Dólar estadounidense (USD) se está suavizando un poco, aunque muy poco, a raíz de la decisión de tasas sin cambios del Banco Central Europeo (BCE). El banco central sigue dependiendo de los datos y no deja ninguna pista sobre posibles recortes de tasas en un futuro próximo. Sin embargo, los mercados se preparaban para un recorte comunicado poco después de que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijera en Davos que un recorte cerca del verano es razonable.
En el plano económico, los operadores siguen pendientes de los datos que se publicarán a partir de las 13:30 GMT. El Producto Interior Bruto estadounidense del cuarto trimestre sorprendió al alza, en contra de lo esperado. Incluso los bienes duraderos experimentaron una revisión al alza con respecto a su cifra anterior, donde las condiciones meteorológicas están afectando un poco a los resultados actuales. La única cifra decepcionante parece ser la de solicitudes semanales de subsidio de desempleo, que repunta tanto en la cifra inicial como en la de continuación.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) se encuentra, desde un punto de vista puramente técnico, atrapado entre dos medias móviles simples muy importantes. Se trata de la SMA de 55 días cerca de 103.17 y la SMA de 200 días en 103.50, que actúan como suelo y límite respectivamente. Para empeorar aún más las cosas, el suelo (SMA de 55 días) está bajando día a día, lo que abre un potencial más bajista que alcista para el Dólar estadounidense a corto plazo.
Dada la gran cantidad de datos publicados, con la posibilidad de que el BCE movilice al mercado con sus declaraciones, todavía hay un caso para el DXY para conseguir a través de esos dos medias móviles de nuevo y huir. Busque 104.41 como primer nivel de resistencia al alza, en la forma de la SMA de 100 días. Si también se supera, nada impedirá que el DXY se dirija a 105.88 o 107.20, el máximo de septiembre.
Con el suelo a la baja, podría filtrarse más presión vendedora en la acción de los precios. Los precios podrían bajar sustancialmente si la publicación de los datos de EE.UU. de este jueves sirviera para justificar ese movimiento. En ese caso, el DXY caería primero hasta 102.60, en la línea de tendencia ascendente de septiembre. Una vez por debajo, la recesión se abriría hacia 102.00.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés.
Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.