Eldent de Corea del Sur, Lee Jae-Myung, advirtió que su país podría enfrentarse a un resultado similar al colapso asiático de 1997 si cede a las actuales demandas comerciales de Estados Unidos sin implementar salvaguardiastron.
La advertencia llega en un momento en que las negociaciones comerciales con Washington se han estancado, lo que deja inciertas las futuras perspectivas económicas de Seúl.
Estados Unidos está presionando a Corea del Sur para que proporcione 350.000 millones de dólares en cash , una estrategia que dent Lee Jae-Myung comparó con la de un vecino que exige dinero a domicilio. En declaraciones a Reuters, Lee afirmó que el acuerdo refleja la línea dura del presidente dent Trump respecto a los aranceles.
El acuerdo verbal, alcanzado en julio, implicaría que Washington redujera los aranceles a las exportaciones surcoreanas a cambio de la enorme inversión. Sin embargo, Lee advirtió que la insistencia de Estados Unidos en las transferencias cash podría desestabilizar la economía de Seúl.
Sin embargo, Lee advirtió que el sistema financiero surcoreano se enfrentaría a una grave inestabilidad si los dólares se proporcionaran sin un acuerdo de línea de swap. Añadió que, sin medidas de seguridad, el país podría volver a enfrentarse a condiciones similares a las de la crisis financiera de 1997, cuando se vio obligado a solicitar un rescate masivo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Lee enfatizó que el país no aceptará condiciones que entreguen las decisiones sobre inversiones totalmente a Estados Unidos. Agregó que debe haber garantías de viabilidad comercial para los proyectos y salvaguardas para evitar que las compañías surcoreanas sean expuestas a riesgos financieros innecesarios.
las posturas diferentes de ambos países . Mientras que Estados Unidos exige compromisos iniciales, Seúl busca flexibilidad para controlar el flujo de capitales hacia el exterior. Las autoridades afirman que un canje de dólares ayudaría a amortiguar el impacto en el won, la moneda coreana, y a evitar la desestabilización de sus mercados.
Corea del Sur también destaca que no cuenta con las mismas reservas financieras que Japón, que llegó a un acuerdo similar con Estados Unidos en julio. A diferencia de Tokio, Seúl no tiene una línea de intercambio permanente con Washington, y sus reservas de divisas son menores.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, argumentó que Seúl debe aceptar el acuerdo o enfrentar aranceles, repitiendo asídent tradicional del presidente Donald Trump sobre las negociaciones comerciales. Sin embargo, funcionarios surcoreanos han afirmado que, hasta el momento, las propuestas no garantizan un retorno de la inversión en los proyectos.
El equipo de políticas de Lee ha sugerido implementar "salvaguardias" para garantizar que solo se financien "proyectos comercialmente viables". Sin embargo, se dice que Washington ha rechazado estas iniciativas e insistido en que Trump aún debe tener control sobre el destino de la financiación.
Las preocupaciones comerciales se desarrollan en medio de otras tensiones en la relación más amplia entre Estados Unidos y Corea del Sur. A principios de este mes, más de 300 trabajadores surcoreanos fueron detenidos en una planta de baterías de Hyundai en Georgia. Los informes sobre los trabajadores con restricciones provocaron indignación en Seúl, donde muchos advirtieron que esto desalentaría futuras inversiones coreanas en Estados Unidos.
Lee, sin embargo, intentó suavizar las consecuencias. Dijo que no creía que la redada fuera deliberada y elogió a Trump por ofrecer posteriormente clemencia a los trabajadores. No obstante, reconoció que eldent había conmocionado a la opinión pública en su país.
Corea del Sur también enfrenta crecientes desafíos de seguridad debido a la profundización de la cooperación militar entre China, Rusia y Corea del Norte, lo que Lee describió como una peligrosa escalada. Advirtió que Corea del Sur se encuentra ahora en el punto álgido de una nueva contienda geopolítica entre potencias autoritarias y democráticas.
Se espera que Lee viaje a Nueva York la próxima semana para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde será el primerdent surcoreano en presidir una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, el comercio no está explícitamente en su agenda durante la visita.
Sin embargo, la presión interna para poner fin al estancamiento continúa aumentando. Las empresas surcoreanas se preocupan por un doble golpe de aranceles y unas normas de inversión poco claras. Los analistas financieros han advertido que incluso la apariencia de incertidumbre podría perjudicar al won y expulsar el capital.
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