El crecimiento salarial de los nuevos empleados en el Reino Unido se ha desacelerado a su ritmo más bajo en más de cuatro años, lo que supone la caída salarial más pronunciada desde el inicio de la pandemia. Las cifras ofrecen la señal más clara hasta la fecha de que el mercado laboral británico está perdiendo fuerza.
La desaceleración refleja la creciente cautela de las empresas, cada vez más reacias a subir los salarios para atraer trac . Tras años de escasez de trabajadores , la balanza se está inclinando: los empleadores se están retirando, mientras que el número de solicitantes de empleo aumenta rápidamente.
Para el Banco de Inglaterra, la moderación del crecimiento salarial supone cierto alivio. El banco central se ha mostrado cauteloso ante la posibilidad de que el aumento salarial impulse una inflación persistente. La disminución de las presiones salariales reduce la necesidad de mantener tasas de interés altas e incluso podría abrir la puerta a recortes de tasas en los próximos meses.
Pero desde una perspectiva más amplia, ese panorama positivo es menos halagüeño. El primer ministro, Keir Starmer, se ha comprometido a mejorar el nivel de vida y a impulsar el crecimiento de las familias trabajadoras. La lentitud de los aumentos salariales debilita esa promesa, sobre todo porque los hogares siguen agobiados por los precios de los alimentos, las hipotecas elevadas y el aumento de los impuestos.
Las cifras provienen del estudio más reciente sobre el mercado laboral realizado por la Confederación de Contratación y Empleo (REC) y KPMG, seguido de cerca por los responsables políticos. Este indicó que los salarios iniciales en agosto habían aumentado lentamente desde marzo de 2021. En ese momento, la economía se encontraba lastrada por las estrictas restricciones de la COVID-19.
Según la encuesta, los empleadores están siendo cautelosos con sus contrataciones. El aumento de los costos y la fragilidad económica son los culpables. Muchas empresas han pospuesto sus planes de expansión, como la contratación, hasta que vean más señales de una mejor situación económica.
Al mismo tiempo, el número de personas que buscan empleo ha aumentado. La disponibilidad de candidatos ha aumentado al ritmo más rápido desde 2020. La pérdida de empleos, la congelación de contrataciones y la preocupación por la inseguridad laboral han impulsado a más personas a incorporarse al mercado laboral.
Las vacantes cayeron drásticamente por sexto mes consecutivo. Las ofertas de empleo en el sector minorista y hotelero experimentaron los descensos más pronunciados. La construcción fue el único sector que reportó una mayor demanda de personal permanente, lo que representa un inusual punto positivo.
La contratación indefinida volvió a caer, debido a la presión de los costes y la cautela de las empresas, que frenaron la contratación. Sin embargo, el descenso fue el más lento en tres meses, lo que sugiere que lo peor de la recesión podría terminar.
La noticia supone un cierto alivio para el Banco de Inglaterra. A las autoridades les preocupaba que los trabajadores buscaran salarios más altos ante el reciente aumento de la inflación. Hasta la fecha, esos temores no se han materializado. Un crecimiento salarial más lento reduce el riesgo de efectos secundarios, que de otro modo podrían afianzar la inflación.
Pero para el gobierno, la situación es más complicada. El débil crecimiento salarial y el creciente desempleo complican aún más la promesa de Starmer de mejorar el nivel de vida. Las familias ya se encuentran en una situación difícil debido al alza de los precios de los alimentos y las facturas de energía. Y la amenaza de nuevas subidas de impuestos en el presupuesto de otoño podría aumentar la presión.
Jon Holt, director ejecutivo del grupo y socio principal de KPMG en el Reino Unido, dijo que el entorno comercial continúa siendo “complejo” y que muchos directores ejecutivos están postergando nuevas inversiones y contrataciones.
Neil Carberry, director ejecutivo del REC, afirmó que el mercado laboral aún tiene vida, pero señaló que, con menos puestos de trabajo disponibles y más personas buscando empleo, el panorama general sigue siendo sombrío. Advirtió que las empresas seguirán de cerca el Presupuesto de Otoño con la esperanza de que el Ministro de Hacienda evite medidas que incrementen el coste de la contratación de personal.
La desaceleración del crecimiento de las nóminas refuerza los argumentos para que el Banco de Inglaterra considere recortes de los tipos de interés en los próximos meses. Cuando el desempleo aumente y las presiones inflacionarias disminuyan , las peticiones de apoyo monetario serán cada vez más fuertes.
Sin embargo, el lento crecimiento salarial es una realidad para las familias: los ingresos se están quedando atrás del creciente coste de la vida. Una vez más, la brecha entre salarios y precios está en el centro del debate económico británico.
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