La Libra está corrigiendo a la baja desde los máximos de la semana pasada, justo por debajo del nivel psicológico de 200.00, con los bajistas probando el soporte en el área alrededor de los máximos anteriores, en la región de 198.30-198.40 en el momento de escribir.
El sentimiento del mercado es negativo, ya que las últimas amenazas arancelarias de Trump a la zona euro y México han añadido incertidumbre a las perspectivas comerciales globales. La reacción del mercado ha sido moderada, pero una leve aversión al riesgo sigue presionando a la Libra, apoyando al Yen como refugio seguro.
La tendencia inmediata del GBP/JPY es levemente negativa, con la acción del precio bajando desde los máximos de 299.85 del 9 de julio, y el máximo más bajo en 199.45 dando nuevas esperanzas a los bajistas. El RSI ha cruzado a territorio negativo por debajo de 50, con los bajistas erosionando el área de soporte de 198.25.
La tendencia más amplia sigue siendo alcista, con el par operando dentro de un canal ascendente desde los mínimos de principios de mayo, pero, en el contexto actual, no se debe descartar una corrección adicional.
Una confirmación por debajo del mínimo del viernes, en 198.25, encontraría soporte en el mínimo del 7 de julio, que cruza la parte inferior del canal ascendente, en el área de 196.80. En el lado positivo, los máximos de 199.45 y 199.85 del 11 y 10 de julio, respectivamente, cierran el camino hacia la parte superior del canal, ahora en 200.40.
En el mundo de la jerga financiera, los dos términos "apetito por el riesgo (risk-on)" y "aversión al riesgo (risk-off)" hacen referencia al nivel de riesgo que los inversores están dispuestos a soportar durante el periodo de referencia. En un mercado "risk-on", los inversores son optimistas sobre el futuro y están más dispuestos a comprar activos de riesgo. En un mercado "risk-off", los inversores empiezan a "ir a lo seguro" porque están preocupados por el futuro y, por tanto, compran activos menos arriesgados que tienen más certeza de aportar una rentabilidad, aunque sea relativamente modesta.
Normalmente, durante los periodos de "apetito por el riesgo", los mercados bursátiles suben, y la mayoría de las materias primas -excepto el oro- también se revalorizan, ya que se benefician de unas perspectivas de crecimiento positivas. Las divisas de los países que son grandes exportadores de materias primas se fortalecen debido al aumento de la demanda, y las criptomonedas suben. En un mercado de "aversión al riesgo", los Bonos suben -especialmente los principales bonos del Estado-, el Oro brilla y las divisas refugio como el Yen japonés, el Franco suizo y el Dólar estadounidense se benefician.
El Dólar australiano (AUD), el Dólar canadiense (CAD), el Dólar neozelandés (NZD) y las divisas de menor importancia, como el Rublo (RUB) y el Rand sudafricano (ZAR), tienden a subir en los mercados en los que hay "apetito por el riesgo". Esto se debe a que las economías de estas divisas dependen en gran medida de las exportaciones de materias primas para su crecimiento, y éstas tienden a subir de precio durante los periodos de "apetito por el riesgo". Esto se debe a que los inversores prevén una mayor demanda de materias primas en el futuro debido al aumento de la actividad económica.
Las divisas principales que tienden a subir durante los periodos de "aversión al riesgo" son el Dólar estadounidense (USD), el Yen japonés (JPY) y el Franco suizo (CHF). El Dólar, porque es la moneda de reserva mundial y porque en tiempos de crisis los inversores compran deuda pública estadounidense, que se considera segura porque es poco probable que la mayor economía del mundo entre en suspensión de pagos. El Yen, por el aumento de la demanda de bonos del Estado japoneses, ya que una gran proporción está en manos de inversores nacionales que probablemente no se deshagan de ellos, ni siquiera en una crisis. El Franco suizo, porque la estricta legislación bancaria suiza ofrece a los inversores una mayor protección del capital.