El Dólar estadounidense ha revertido la leve recuperación del miércoles y está acelerando su tendencia a la baja el jueves, ya que los ataques de Trump a la independencia de la Fed y el resurgimiento de temores de que los aranceles comerciales unilaterales podrían llevar a la estanflación están aplastando la confianza en el Dólar estadounidense.
El presidente de EE.UU., Trump, llamó nombres al presidente de la Fed y sopesó la posibilidad de un nombramiento anticipado de su sucesor, una acción sin precedentes que erosionaría la credibilidad del banco central. El mercado ha reaccionado vendiendo fuertemente el Dólar estadounidense.
Estos comentarios se producen después de que el presidente de la Fed mantuviera su postura cautelosa hacia los recortes de tasas, al afirmar que el banco está en una buena posición para manejar un probable aumento de la inflación, a medida que el impacto de los aranceles se filtra en la economía.
Las presiones sobre el banco central, sin embargo, junto con los recientes comentarios de funcionarios de la Fed que abogan por una política monetaria menos restrictiva, están aumentando las esperanzas de un recorte de tasas en los próximos meses. La herramienta Fed Watch de CME está valorando un 24% de probabilidad de un recorte en julio y un 90% en septiembre, frente al 14% y aproximadamente 65% de la semana anterior.
Más allá de eso, la falta de progreso en los acuerdos con los socios comerciales está generando una creciente inquietud entre los inversores a medida que se acerca la fecha límite del 9 de junio. Un informe de JP Morgan ha advertido sobre un posible efecto estanflacionario de los aranceles que ha aumentado las posibilidades de una recesión en la segunda mitad del año al 40%
En este contexto, el Dólar canadiense ha seguido apreciándose, con el USD/CAD casi un 0.5% más bajo en la semana a pesar de una caída de más del 16% en los precios del petróleo, que es la principal exportación de Canadá.
La política monetaria de Estados Unidos está dirigida por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de los precios y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos objetivos es ajustar los tipos de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal, ésta sube los tipos de interés, incrementando los costes de los préstamos en toda la economía. Esto se traduce en un fortalecimiento del Dólar estadounidense (USD), ya que hace de Estados Unidos un lugar más atractivo para que los inversores internacionales coloquen su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Reserva Federal puede bajar los tipos de interés para fomentar el endeudamiento, lo que pesa sobre el billete verde.
La Reserva Federal (Fed) celebra ocho reuniones al año, en las que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) evalúa la situación económica y toma decisiones de política monetaria. El FOMC está formado por doce funcionarios de la Reserva Federal: los siete miembros del Consejo de Gobernadores, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y cuatro de los once presidentes de los bancos regionales de la Reserva, que ejercen sus cargos durante un año de forma rotatoria.
En situaciones extremas, la Reserva Federal puede recurrir a una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Es una medida de política no estándar utilizada durante las crisis o cuando la inflación es extremadamente baja. Fue el arma elegida por la Fed durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos de alta calidad de instituciones financieras. El QE suele debilitar al Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso a la QE, por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a instituciones financieras y no reinvierte el capital de los bonos que tiene en cartera que vencen, para comprar nuevos bonos. Suele ser positivo para el valor del Dólar estadounidense.