El USD/MXN reaccionó a la baja desde un máximo diario en 19.07, donde encontró vendedores agresivos que llevaron la paridad a mínimos no vistos desde el 21 de agosto de 2024 en 18.93. Al momento de escribir, el USD/MXN opera sobre 18.94 cayendo un 0.60% en la jornada del miércoles.
Con base en información proporcionada por la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el Índice de precios al consumo (IPC) interanual subió un 2.4% en mayo, por encima del 2.3% observado en abril y mejorando las expectativas del mercado de un 2.5%. A la par, el IPC subyacente, que excluye alimentos y energía aumentó un 2.8% en mayo igualando el incremento de abril.
Tras este resultado, el Índice del Dólar (DXY) se desliza un 0.41% el día de hoy, visitando mínimos no vistos desde el 5 de junio en 98.58.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI) dio a conocer la contracción de un 4% interanual en la producción industrial de abril, llegando a niveles no vistos desde febrero de 2021 y situándose muy por debajo de la subida de un 1.9% observado en marzo.
En este sentido, el Peso mexicano se dispara a máximos de casi 10 meses, mientras que el USD/MXN cae un 0.60% en la jornada del miércoles, llegando a mínimos no vistos desde el 21 de agosto de 2024 en 18.93.
El USD/MXN reaccionó a la baja desde una resistencia de corto plazo dada por el máximo del 10 de junio en 19.09. La siguiente resistencia clave la observamos en 19.18, máximo del 5 de junio en convergencia con el retroceso al 78.6% de Fibonacci. A la baja, el soporte importante se encuentra en 18.59, punto pivote del 16 de agosto de 2024.
Gráfico de 1 hora del USD/MXN
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.