Los datos de la balanza de pagos de Turquía para marzo publicados ayer pueden estar ya desactualizados, pero trajeron señales de advertencia tempranas de que el flujo de capital extranjero podría revertirse bajo volatilidad política o del mercado. Durante marzo, Turquía experimentó una renovada volatilidad del mercado provocada por la detención del alcalde Ekrem Imamoglu, lo que llevó a que el tipo de cambio de la lira se debilitara abruptamente. En respuesta, el banco central (CBT) tomó acciones que parecían decisivas, como aumentar la tasa de interés efectiva, pero en última instancia se basó en mecanismos que consideramos un retroceso, señala Tatha Ghose, analista de FX de Commerzbank.
"La reintroducción del 'corredor de tasas', un sistema distorsionador y opaco que había sido abandonado anteriormente, es un punto importante de crítica. Este movimiento, junto con intervenciones cambiarias ad hoc y la reciente reintroducción de controles de capital suaves como la venta forzada de divisas por parte de los exportadores, señala un retroceso de políticas convencionales claras, transparentes y basadas en reglas."
"Incluso mientras el costo efectivo de financiamiento es más alto que la tasa de referencia, este vaivén de la política monetaria tan pronto como llegó una mini-crisis, ha socavado fundamentalmente el impacto beneficioso de tasas más altas. Las intervenciones cambiarias de todos modos no son sostenibles. Algunos informes estiman más de 57.000 millones de dólares perdidos en solo seis semanas, casi borrando dos años de reconstrucción por parte del CBT."
"Agravando la situación, ahora encontramos en los datos de la balanza de pagos de marzo que el flujo de capital se revirtió a un notable flujo neto de salida ya dentro de marzo: el flujo de cartera y el flujo del sector bancario registraron ambos una salida neta (3.600 millones de dólares cada uno) para el mes en su conjunto. Parte de esto podría deberse a un letargo estacional que sigue a asignaciones y recaudaciones de fondos intensas a principios de año, pero esta no es una explicación satisfactoria para las salidas netas; más bien, esto nos advierte que abril y mayo podrían presentar una continuación de la tendencia, lo que implicaría una mayor presión sobre los responsables de políticas. Vemos un riesgo significativo a la baja para el tipo de cambio de la lira turca en los próximos meses."