El par EUR/USD mantiene las ganancias del jueves alrededor de 1.1540 durante la última sesión de negociación asiática del viernes. El par de divisas principal exhibe fortaleza mientras el Dólar estadounidense (USD) enfrenta presión de venta debido a las renovadas preocupaciones sobre el mercado laboral de Estados Unidos (EE. UU.).
En el momento de la redacción, el Índice del Dólar estadounidense (DXY), que sigue el valor del Dólar frente a seis divisas principales, cotiza ligeramente más alto cerca de 99.80 después de haber ganado soporte temporal cerca de 99.60.
El jueves, el informe Challenger de EE. UU. mostró que los empleadores despidieron a 153.074 trabajadores en octubre. La cifra fue un 183% más alta que los números vistos en septiembre y un 175% más alta que el mismo mes del año pasado. El informe también mostró que la reducción de la fuerza laboral fue impulsada principalmente por la creciente adaptación de la Inteligencia Artificial (IA) y los recortes de costos por parte de los empleadores.
Las señales de enfriamiento en la demanda de empleo han actuado como un ligero lastre en las expectativas del mercado que apoyan a la Reserva Federal (Fed) para mantener las tasas de interés estables en la última reunión del año en diciembre.
La herramienta CME FedWatch muestra que la probabilidad de que la Fed mantenga las tasas de interés en el rango del 3.50%-3.75% en la reunión de diciembre ha disminuido al 33% desde el 38% visto el miércoles.
Mientras tanto, el Euro (EUR) cotiza de manera ampliamente tranquila frente a sus pares, ya que los comentarios de varios funcionarios del Banco Central Europeo (BCE) han señalado que no hay urgencia en los ajustes de política monetaria.
El Vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, dijo en un seminario web el jueves que se siente cómodo con el "nivel actual de tasas de interés" y es optimista sobre la inflación de servicios y el crecimiento.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.