El Yen japonés (JPY) se mantiene a la defensiva frente a un Dólar estadounidense (USD) alcista al inicio de una nueva semana y actualmente se encuentra cerca de su nivel más bajo desde el 14 de febrero, alcanzado el jueves pasado. Los operadores siguen siendo inciertos sobre el momento de la próxima subida de tasas por parte del Banco de Japón (BoJ) en medio de especulaciones de que la nueva Primera Ministra de Japón, Sanae Takaichi, perseguirá planes de gasto fiscal agresivos y resistirá el endurecimiento de la política. Esto, en gran medida, eclipsa las fuertes cifras de inflación del consumidor de Tokio, la capital de Japón, publicadas el viernes y continúa pesando sobre el JPY.
Además, el estado de ánimo optimista en los mercados financieros globales se considera que socava el estatus de refugio seguro del JPY. El USD, por otro lado, se mantiene firme cerca de su nivel más alto desde principios de agosto y parece estar preparado para subir aún más gracias a la inclinación de línea dura de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed). Esto presta apoyo adicional al par USD/JPY y respalda la posibilidad de ganancias adicionales a corto plazo. Sin embargo, las preocupaciones sobre los riesgos económicos derivados de un prolongado cierre del gobierno de EE.UU. y las especulaciones de que las autoridades japonesas podrían intervenir para frenar una mayor debilidad del JPY podrían limitar el par de divisas.

Desde una perspectiva técnica, la ruptura de la semana pasada a través del obstáculo de 153.25-153.30, y una posterior fortaleza más allá de la marca de 154.00, se vio como un desencadenante clave para los alcistas del USD/JPY. Además, los osciladores en el gráfico diario se mantienen cómodamente en territorio positivo y aún están lejos de estar en la zona de sobrecompra. Esto, a su vez, respalda la posibilidad de un movimiento hacia el obstáculo intermedio de 154.75-154.80 en ruta hacia la marca psicológica de 155.00.
Por el contrario, cualquier retroceso correctivo por debajo de la marca de 154.00 probablemente encontrará un soporte decente cerca del mínimo del viernes, alrededor de la región de 153.65. Esto es seguido por la resistencia convertida en soporte de 153.30-153.25 y la cifra redonda de 153.00, que, si se rompe de manera decisiva, podría exponer la región de 152.15. Algunas ventas de continuación por debajo de la marca de 152.00 anularían el sesgo positivo a corto plazo y arrastrarían al par USD/JPY hacia el área de 151.55-151.50 en ruta hacia el soporte clave de 151.10-151.00.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.