El Dólar australiano está retrocediendo sus ganancias anteriores frente al Dólar estadounidense el jueves. Un ambiente de mercado cauteloso antes de los importantes datos de actividad de servicios y empleo de EE.UU. está pesando sobre el Aussie, que se ha depreciado alrededor del 0.4% hasta ahora hoy.
El par fue limitado justo por encima de 0.6560 el miércoles antes de retroceder a niveles cercanos al nivel redondo de 0.6500 en el momento de escribir. Los datos optimistas de la Balanza Comercial de Australia, que mostraron un superávit mayor al esperado en julio, no han logrado proporcionar un apoyo significativo al AUD.
Los inversores son reacios a vender Dólares estadounidenses, a la espera de la publicación de las cifras de Cambio de Empleo de ADP de EE.UU., en busca de más pistas sobre el impulso del mercado laboral. El consenso del mercado anticipa un leve aumento en el empleo, lo que probablemente aumentará las preocupaciones desencadenadas por el débil informe de Ofertas de Trabajo visto el miércoles.
Más tarde en el día, se espera que el informe del PMI de Servicios del ISM muestre una mejora significativa en la actividad del sector en agosto, lo que podría calmar los temores sobre los riesgos a la baja para la economía.
Sin embargo, el enfoque principal sigue siendo el importante informe de Nóminas no Agrícolas del viernes, que será analizado con interés para confirmar las esperanzas de los inversores de que las condiciones están dadas para un recorte de tasas de la Fed ampliamente esperado en septiembre.
Las condiciones del mercado laboral son un elemento clave para evaluar la salud de una economía y, por lo tanto, un factor clave para la valoración de las divisas. Un alto nivel de empleo, o un bajo nivel de desempleo, tiene implicaciones positivas para el gasto de los consumidores y, por tanto, para el crecimiento económico, lo que impulsa el valor de la moneda local. Por otra parte, un mercado laboral muy ajustado -situación en la que hay escasez de trabajadores para cubrir los puestos vacantes- también puede tener implicaciones en los niveles de inflación y, por tanto, en la política monetaria, ya que una oferta de mano de obra baja y una demanda alta conducen a unos salarios más altos.
El ritmo al que crecen los salarios en una economía es clave para los responsables políticos. Un crecimiento salarial elevado significa que los hogares disponen de más dinero para gastar, lo que suele traducirse en subidas de precios de los bienes de consumo. A diferencia de otras fuentes de inflación más volátiles, como los precios de la energía, el crecimiento salarial se considera un componente clave de la inflación subyacente y persistente, ya que es improbable que los aumentos salariales se deshagan. Los bancos centrales de todo el mundo prestan mucha atención a los datos de crecimiento salarial a la hora de decidir su política monetaria.
El peso que cada banco central asigna a las condiciones del mercado laboral depende de sus objetivos. Algunos bancos centrales tienen mandatos explícitamente relacionados con el mercado laboral más allá de controlar los niveles de inflación. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), por ejemplo, tiene el doble mandato de promover el máximo empleo y unos precios estables. Mientras tanto, el único mandato del Banco Central Europeo (BCE) es mantener la inflación bajo control. Aún así, y a pesar de los mandatos que tengan, las condiciones del mercado laboral son un factor importante para las autoridades dada su importancia como indicador de la salud de la economía y su relación directa con la inflación.