El USD/MXN Estableció un máximo diario en 18.68, donde atrajo vendedores que arrastraron la paridad a mínimos del 25 de agosto en 18.60. En estos momentos, el USD/MXN cotiza en 18.65, retrocediendo un 0.05% en la jornada del jueves.
Con base en la información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de desempleo subió al 2.8% en julio, en comparación con el 2.7% observado en junio y situándose por debajo del incremento esperado del 2.9%.
En otro frente, la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos reportó el crecimiento del Producto Interior Bruto en un 3.3% en el segundo trimestre, situándose por encima del 3.1% previsto y del 3% alcanzado en el trimestre anterior.
A la par, el Departamento del Trabajo de EE.UU. anunció que las solicitudes semanales de subsidio por desempleo disminuyeron a 229.000 en la semana que concluyó el 23 de agosto, menor a las 230.000 previstas y a las 234.000 observadas en la semana previa.
A pesar de estos resultados, el Índice del Dólar (DXY) se desliza un 0.39% en el día, consolidándose en mínimos del 25 de agosto en 97.80.
El Peso mexicano cotiza al alza por tercera sesión consecutiva, mientras que el USD/MXN opera en estos momentos en18.65, cayendo un 0.05% el día de hoy.
El USD/MXN formó una resistencia de corto plazo dada por el máximo del 1 de agosto en 18.98. La siguiente resistencia clave la encontramos en 19.35, punto pivote del 23 de junio. Al sur, el soporte más cercano está en 18.51, mínimo del 28 de julio.
Gráfico diario del USD/MXN
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.