El Banco Central de México (Banxico) anunciará este jueves 26 de junio a las 19.00 GMT su decisión de política monetaria. El mercado espera un recorte de 50 puntos básicos (pb), lo que situaría las tasas de interés en el 8% desde el 8.5% actual.
México alcanzó un máximo histórico del 11.25% en sus tasas de interés en abril de 2023, y lo mantuvo en ese nivel hasta febrero de 2024. En marzo de 2024, Banxico decidió iniciar su ciclo de recortes, aunque lo detuvo hasta agosto, cuando retomó la senda de la flexibilización de su política moentaria. Desde la reunión de agosto, el banco central ha recortado sus tipos en todas las reuniones, con rebajas de 25 pb hasta diciembre y de 50 pb en las de febrero, marzo y mayo de 2025.
El mercado espera hoy una nueva rebaja de 50 puntos básicos (pb), lo que dejaría las tasas de interés en el 8.0%, su nivel más bajo desde junio de 2022. Esta decisión divergería de la postura de la Reserva Federal de Estados Unidos, que en la reunión de junio mantuvo una postura restrictiva a la espera de las repercusiones sobre la inflación de los aranceles del presidente Donald Trump.
La inflación de México subió al 4.42% anual en mayo desde el 3.93% de abril, mientras el IPC subyacente aumentó también al 4.06% desde el 3.93% previo. El Índice de Precios al Consumo general alcanzó su nivel más alto en seis meses y podría hacer dudar a Banxico sobre la conveniencia de un recorte de gran magnitud.
Desde que se conocieron los datos de la inflación mexicana y se inició el conflicto entre Israel e Irán con la intervención de Estados Unidos, el Peso mexicano se ha fortalecido frente al Dólar, llevando al USD/MXN a su nivel más bajo en 2025 alrededor de 18.82.
Banxico no solo tendrá en cuenta los datos de inflación en esta reunión. También se fijará en la Fed, que decidió mantener sin cambios sus tasas de interés en la reunión del 18 de junio, dejando sus tipos en el 4.5% por cuarta reunión consecutiva. Las palabras de Jerome Powell, presidente de la Fed, apostando por esperar que los datos demuestren que los aranceles de Trump no afectan a la inflación puede influir en Banxico.
Por otra parte, parece que hay división sobre la magnitud del recorte de tasas en el seno del propio Banxico. El Subgobernador del banco central, Jonathan Heath, favorable en reuniones previas a los recortes de 50 puntos básicos, se ha mostrado más prudente en los últimos días, asegurando a Reuters que "si bien soy algo escéptico respecto a que la inflación se comporte como anticipa la proyección oficial, apoyo un enfoque más cauteloso y prudente hasta que la inflación converja hacia nuestra meta del 3%".
En todo caso, según una encuesta de Reuters publicada la semana pasada, 21 de 26 economistas pronostican que Banxico recortará las tasas del 8.50% al 8.00% la próxima semana, aunque 15 participantes indicaron que Banxico podría desacelerar el ritmo de relajación en reuniones posteriores, siendo agosto la siguiente programada. La mayoría de los economistas encuestados espera que la tasa de interés de referencia principal de México se mantenga en 7.50% en el tercer trimestre de 2025.
El Peso mexicano podría experimentar un fuerte repunte en el improbable caso de que Banxico anuncie que no varía los tipos de interés, provocando que el USD/MXN rompa el mínimo de 2025 actual en 18.82, descendiendo hacia la zona de 18.40, donde están los mínimos de agosto de 2024. Más abajo, el par tendría espacio para caer hacia el nivel psicológico de 18.00.
En caso de que la rebaja fuera de 25 puntos básicos, también veríamos una subida del Peso mexicano, aunque no tan fuerte, apuntando como primer objetivo del USD/MXN la zona de 18.60/18.65, donde está el mínimo de los últimos diez meses.
Si el anuncio coincide con el consenso de recorte de 50 puntos básicos, el Peso no debería variar mucho su cotización, ya que el mercado descuenta esta decisión. En todo caso, el foco estaría entonces en si el comunicado avanza nuevos recortes para la próxima reunión o sugiere una pausa.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.