El USD/MXN probó en la apertura europea un mínimo diario en 19.20 pero subió tras el dato de ofertas de empleo JOLTS de Estados Unidos a un máximo del día en 19.28. Al momento de escribir, el par cotiza plano alrededor de 19.23.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) ha repuntado a máximos de dos días en los últimos minutos, impulsado por el dato de ofertas de empleo JOLTS de Estados Unidos, que ha mostrado una subida a 7,391 millones en abril frente a los 7,2 millones de marzo, mejorando los 7,1 millones esperados por el mercado.
El billete verde ha avanzado tras el dato, subiendo a 99.32, aunque después ha perdido impulso ya que al mismo tiempo se han publicado los pedidos a fábrica estadounidenses, que cayeron un 3.7% en abril, empeorando el descenso del 3% previsto.
Por otra parte, la cautela se mantiene vigente ante la falta de avance en las negociaciones arancelarias entre Estados Unidos y China a la espera de la reunión vía telefónica que mantendrán esta semana Donald Trump y Xi Jinping. Los mercados también están alerta ante la subida de los aranceles de EE.UU al acero y el aluminio importados, que pasarán del 25% al 50% a partir de mañana 4 de junio. Ambos factores, unidos a los temores por un aumento de inflación estadounidense y una desaceleración económica, impiden que el Dólar avance frente al Peso mexicano.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha anunciado esta mañana que las previsiones de crecimiento de México y Estados Unidos.
La potencia norteamericana verá crecer su PIB en un 1.6% este año, seis décimas por debajo del 2.2% previsto provisionalmente en marzo. Para 2026, la expectativa es de un 1.5% frente al 1.6% estimado.
México se lleva la peor parte de los países importantes de América Latina, ya que solo crecerá un 0.4% este año, según la OCDE, muy por debajo del 1.2% proyectado en diciembre. En 2026, la previsión es del 1.1%, cinco décimas inferior al 1.6% previsto previamente.
La OCDE cita la alta incertidumbre como motivo de esta desacelaración, añadiendo en su informe que "la alta exposición de México al mercado estadounidense, la desaceleración proyectada en EE.UU. para 2025-26 y las condiciones financieras más restrictivas podrían lastrar aún más la demanda externa y de inversión”.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 sigue inclinándose a la baja, aunque con menos fuerza que ayer. En caso de seguir cayendo, el soporte más importante aparece en el mínimo de 2025 alcanzado la semana pasada en 19.18. Más abajo, hay una zona de contención intermedia en 19.11/19.06, donde están los suelos de octubre y septiembre, respectivamente.
Al alza, la resistencia inicial espera en la media móvil de 100 períodos en gráfico horario, en 19.32. Por encima espera 19.45, techo del 22 de mayo, y más arriba 19.78, nivel más alto de mayo registrado el día 6.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.