El USD/MXN sube por tercera jornada consecutiva este viernes, elevándose de un mínimo diario de 18.36 a un máximo de dos semanas en 18.49. Al momento de escribir, el par cotiza sobre 18.48, ganando un 0.46% en lo que llevamos de jornada.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) sube en el último día de la semana a su nivel más alto en medio año en 100.39. Concretamente desde finales de mayo, el DXY no alcanzaba ese nivel, y lo consigue en medio de informaciones contradictorias sobre si la Fed reducirá o no sus tasas de interés en la reunión de diciembre.
A las dudas sobre qué hará la Reserva Federal estadounidense en su reunión del próximo mes, se añaden los débiles datos de empleo publicados ayer. Aunque se informó que en septiembre se crearon 119.000 Nóminas no Agrícolas, muy por encima de las 50.000 esperadas, el dato de agosto fue fuertemente revisado a la baja, mostrando una caída de 4.000 empleos frente a los +22.000 publicados en su momento. Además, la tasa de desempleo aumentó inesperadamente al 4.4%, su nivel más alto desde octubre de 2021.
Hoy se han publicado los datos del Producto Interno Bruto (PIB) de México del tercer trimestre, mostrando que la economía se contrajo un 0.1% anual entre julio y septiembre frente al 0% del período anterior, aunque mejoró las expectativas de una caída del 0.2%. A nivel intertrimestral, el PIB descendió un 0.3% tras crecer un 0.6% en los tres meses previos, en línea con lo esperado.
El dato, aunque mejor de lo esperado, ha pesado sobre el Peso mexicano, debilitándolo frente a un Dólar fortalecido en todos los frentes.
Por otra parte, las Minutas de Banxico publicadas ayer señalaron que los miembros del banco central anticiparon que la debilidad de la economía del país seguiría contribuyendo a reducir la inflación, lo que dejaría margen para recortar las tasas de interés. Aún así, la entidad también mostró en las Minutas que se considera que la inflación subyacente sigue siendo persistentemente alta.
Mientras que la tendencia sigue inclinándose a la baja a largo plazo, el Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días apunta al alza en temporalidades de 1 hora, 4 horas y 1 día, señalando la posibilidad de más subidas en las próximas horas.
La resistencia persiste después de varios días en 18.55, media móvil de 100 días en el gráfico diario. Por encima de esta región esperaría el máximo de noviembre en 18.77 y el techo de septiembre en 18.86.
A la baja, el USD/MXN necesita quebrar la importante zona de soporte en 18.30 para poder retroceder hacia 18.24, suelo del 1 de octubre. En caso de romper esta región, el par apuntará hacia 18.19, suelo del 2025 registrado en septiembre.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.