El vicegobernador del Banco de Japón (BoJ), Himino, dijo el martes que necesita estar atento a las perspectivas y riesgos para la próxima subida de tasas. Himino además declaró que el banco central tomará una decisión no solo observando si la inflación subyacente puede alcanzar el objetivo del 2%, sino también considerando los riesgos al alza y a la baja para nuestro escenario base.
Sin intención de señalar el momento para deshacerse de las tenencias de ETF y REIT del BoJ.
Tomará la decisión sobre las tasas no solo observando si la probabilidad de que la inflación subyacente logre el 2% aumenta, sino también los riesgos al alza y a la baja para nuestro escenario base.
Si queda claro que el impacto de los aranceles de EE.UU. en la economía de Japón no se materializa, eso favorecería un aumento de tasas.
Al momento de la publicación, el par USD/JPY subía un 0.47% en el día a 147.88.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.