El S&P 500 reaccionó la baja desde un nuevo máximo histórico ubicado en 6.298, donde atrajo vendedores agresivos que llevaron el índice a un mínimo diario en 6.238. Al momento de escribir, el S&P 500 opera sobre 6.238, perdiendo un 0.43% en la segunda Jornada de la semana.
Con base en información proporcionada por la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el Índice de precios al consumo se incrementó un 2.7% interanual en junio, en línea con las proyecciones de los analistas. Esta cifra se sitúa ligeramente por encima del 2.4% registrado en mayo.
Por otro lado, la presidenta de la Reserva Federal de Boston, Susan Collins, señaló que la retórica arancelaria aumentará la inflación y reducirá la contratación. Además, agregó que es un desafío establecer la política monetaria en medio de la incertidumbre comercial.
Las acciones de State Street Corporation (STT) se desploman un 7.29% el día de hoy, alcanzando mínimos del 25 de junio en 101.98. En la misma sintonía, los valores de Agilent Technologies (A) caen un 5.95% diario, llegando a mínimos del 3 de junio en 111.93$.
El calendario económico de Estados Unidos contempla para el día de mañana el Índice de precios a la producción de Estados Unidos (IPP), se prevé que se sitúe en 2.5%, ligeramente por debajo del 2.6% observado el mes anterior.
En este contexto el S&P 500 cae 26 puntos, concluyendo la jornada del martes en 6.238.
El S&P 500 reaccionó la baja desde una resistencia de corto plazo dada por el máximo histórico alcanzado el día de hoy en 6.298. A la baja, el soporte más cercano se encuentra en 5.917 mínimo del 19 de junio en convergencia con el retroceso al 78.6% de Fibonacci. El siguiente soporte clave lo observamos en 5.430, punto pivote del 30 de abril.
Gráfico diario del S&P 500
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.