El Índice del Dólar estadounidense (DXY) está operando lateralmente el viernes, manteniéndose por encima de 98.00, mientras los mercados digieren los desarrollos clave de política geopolítica y monetaria de esta semana.
Aunque las crecientes tensiones en Oriente Medio han mantenido el apetito por el riesgo bajo control, las ganancias del Dólar siguen siendo limitadas en medio de las crecientes expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) este año.
Los inversores permanecen en tensión tras los informes de que el presidente Trump se ha dado un plazo de dos semanas para decidir si EE.UU. se unirá a Israel en el lanzamiento de acciones militares contra Irán.
Este movimiento permite tiempo para que continúen las negociaciones lideradas por Europa en Ginebra, pero también aumenta las apuestas si la diplomacia falla. La incertidumbre ha ayudado al Dólar estadounidense a encontrar un soporte modesto como activo refugio.
A pesar del impulso a corto plazo, la perspectiva más amplia para el Dólar estadounidense sigue siendo incierta. La Fed dejó las tasas de interés sin cambios esta semana, pero el presidente Jerome Powell adoptó un tono cauteloso, enfatizando la importancia de la dependencia de los datos y los posibles riesgos de inflación asociados con los aranceles. Los mercados aún están valorando un posible recorte de tasas tan pronto como en septiembre.
Sumando a la complejidad está la creciente divergencia en la política monetaria global. El Banco Nacional Suizo y el Norges Bank sorprendieron a los mercados con recortes de tasas, mientras que el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Reserva de Australia permanecen en espera pero son cada vez más dovish. Esta brecha de políticas ha creado un soporte temporal para el Dólar estadounidense a través de diferenciales de rendimiento, aunque el sentimiento sigue siendo frágil.
Técnicamente, el DXY está luchando por construir impulso. El índice se aferra a su Media Móvil Simple (SMA) de 20 días en 98.91, con la SMA de 50 días en 99.50 añadiendo resistencia al alza. El soporte clave se encuentra cerca de 97.61, el mínimo del rango de enero a junio.
Al alza, el nivel psicológico de 100.00 y el retroceso de Fibonacci del 23.6% en 100.57 siguen siendo obstáculos críticos. El impulso también parece apagado, con el Índice de Fuerza Relativa (RSI) en 46, aún por debajo de la marca neutral de 50.
A menos que el Índice del Dólar pueda romper decisivamente por encima de la zona de 99.50–100.57, la tendencia bajista más amplia probablemente persistirá mientras los operadores equilibran los flujos de refugio seguro contra la perspectiva de un alivio de la Fed y el cambio en el sentimiento de riesgo global.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.