El Índice del Dólar estadounidense (DXY) se mueve a la baja el miércoles, tras un fuerte rebote el martes. El Dólar ha perdido impulso a medida que se acerca a la zona psicológica de 100.00, ya que el impulso de la sorpresa positiva de las Ofertas de Empleo JOLTS de EE.UU. se ha desvanecido.
Los inversores se están volviendo cada vez más cautelosos respecto al Dólar estadounidense, a la espera de la publicación de los datos de empleo ADP de EE.UU. y las cifras del PMI de servicios ISM de mayo. Más allá de eso, la falta de avances de Trump en los acuerdos con los socios comerciales, el día en que se supone que deben presentar sus propuestas, mantiene a los operadores en tensión.
Aparte de eso, el PMI de servicios de la zona euro ha sido revisado al alza a 49.7 en mayo, desde el 48.8 estimado anteriormente, lo que ha dado un impulso moderado al Euro, aumentando la presión negativa sobre el Dólar estadounidense.
El martes, los datos JOLTS de EE.UU. impulsaron el sentimiento del mercado después de que las Ofertas de Empleo de abril registraran un avance inesperado a 7.39 millones. Los expertos del mercado habían pronosticado una ligera disminución a 7.1 millones tras una revisión al alza de 7.2 millones en marzo.
La lectura positiva de JOLTS compensó el impacto de la caída del 3.7% en los Pedidos de Fábrica, que supera la caída del 3% esperada por el mercado. Estas cifras llegan tras una contracción mayor a la esperada en la actividad manufacturera y destacan el impacto negativo de los aranceles en la actividad fabril.
Más tarde hoy, se espera que el informe de empleo ADP de EE.UU. muestre que las nóminas privadas aumentaron en 115K en mayo, tras un aumento de 62K en abril. Algo más tarde, se espera que el PMI de servicios ISM de EE.UU. refleje una expansión moderada de la actividad empresarial.
Las condiciones del mercado laboral son un elemento clave para evaluar la salud de una economía y, por lo tanto, un factor clave para la valoración de las divisas. Un alto nivel de empleo, o un bajo nivel de desempleo, tiene implicaciones positivas para el gasto de los consumidores y, por tanto, para el crecimiento económico, lo que impulsa el valor de la moneda local. Por otra parte, un mercado laboral muy ajustado -situación en la que hay escasez de trabajadores para cubrir los puestos vacantes- también puede tener implicaciones en los niveles de inflación y, por tanto, en la política monetaria, ya que una oferta de mano de obra baja y una demanda alta conducen a unos salarios más altos.
El ritmo al que crecen los salarios en una economía es clave para los responsables políticos. Un crecimiento salarial elevado significa que los hogares disponen de más dinero para gastar, lo que suele traducirse en subidas de precios de los bienes de consumo. A diferencia de otras fuentes de inflación más volátiles, como los precios de la energía, el crecimiento salarial se considera un componente clave de la inflación subyacente y persistente, ya que es improbable que los aumentos salariales se deshagan. Los bancos centrales de todo el mundo prestan mucha atención a los datos de crecimiento salarial a la hora de decidir su política monetaria.
El peso que cada banco central asigna a las condiciones del mercado laboral depende de sus objetivos. Algunos bancos centrales tienen mandatos explícitamente relacionados con el mercado laboral más allá de controlar los niveles de inflación. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), por ejemplo, tiene el doble mandato de promover el máximo empleo y unos precios estables. Mientras tanto, el único mandato del Banco Central Europeo (BCE) es mantener la inflación bajo control. Aún así, y a pesar de los mandatos que tengan, las condiciones del mercado laboral son un factor importante para las autoridades dada su importancia como indicador de la salud de la economía y su relación directa con la inflación.