El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que rastrea el desempeño del Dólar estadounidense (USD) frente a seis monedas principales, está cotizando ligeramente más alto en torno a 101.00 el viernes, después de que una encuesta de Sentimiento del Consumidor de la Universidad de Michigan más suave de lo esperado se sumara a una semana de datos económicos mixtos en EE.UU. La confianza de los hogares cayó, mientras que las expectativas de inflación aumentaron, pintando un panorama incierto para la economía estadounidense. Los planes de aranceles impredecibles del presidente Trump y su política comercial vaga continúan pesando sobre el sentimiento. Aún así, el DXY mantiene las ganancias semanales, ya que los operadores digieren la disminución del apetito por el riesgo y se preparan para más señales de la Reserva Federal (Fed).
El Índice del Dólar estadounidense está cotizando cerca de 101.00 con ganancias, cerca de la parte superior de su rango intradía entre 100.52 y 101.14. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) se mantiene en los 50, sugiriendo un impulso neutral. El MACD apunta a un leve cruce alcista, mientras que el Índice Direccional Promedio (14) en los 30 indica una débil fuerza de tendencia. El Oscilador Último opera en los 60, y el Poder Alcista/Bajista se mantiene cerca de cero, reforzando el tono indeciso. La SMA de 20 días proporciona una señal de compra a corto plazo, pero las SMAs de 100 y 200 días continúan mostrando señales bajistas. Los niveles de soporte se observan en 100.93, 100.67 y 100.61, mientras que la resistencia está en 101.16, 101.75 y 101.82. En general, el DXY presenta una perspectiva neutral con un ligero sesgo alcista.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.