El Oro (XAU/USD) continúa en declive este viernes, cayendo hacia 3.180$ y marcando una fuerte pérdida semanal de más del 4%, la más grande desde noviembre de 2024. El metal precioso ha perdido más de 300$ desde su máximo histórico de 3.500$ establecido en abril, ya que la demanda de refugio seguro se debilita y las ventas técnicas se aceleran.
El sentimiento de riesgo mejoró esta semana después de que Estados Unidos (EE.UU.) y China acordaran reducir los aranceles durante 90 días, mientras que las tensiones geopolíticas se mantuvieron atenuadas con la estabilización de los riesgos entre India y Pakistán y en el Medio Oriente. Después de un período de informes contradictorios y un estancamiento diplomático, funcionarios ucranianos y rusos finalmente abrieron conversaciones directas por primera vez desde 2022.
En el último informe macroeconómico, el Índice de Sentimiento del Consumidor de la Universidad de Michigan para mayo cayó drásticamente a 50.8, desde 52.2 en abril y muy por debajo de las previsiones de 53.4. Esto refleja las crecientes preocupaciones de los hogares sobre la inflación persistente y la incertidumbre económica. Si bien esto normalmente aumenta el atractivo del Oro, la respuesta del mercado ha sido moderada, con los operadores enfocados en la toma de ganancias y el posicionamiento técnico en su lugar.
Esto ocurre después de una semana de datos económicos moderados de EE.UU., incluidos índices de precios al consumidor (IPC) y precios de producción (IPP) más suaves de lo esperado y un aumento en las solicitudes iniciales de desempleo a un máximo de tres meses. Los mercados ahora valoran al menos dos recortes de tasas de la Reserva Federal (Fed) en 2025, siendo el primero probable en septiembre. Sin embargo, el presidente de la Fed, Jerome Powell, advirtió que los choques impulsados por la oferta podrían reintroducir la volatilidad de la inflación, complicando la política monetaria futura.
Análisis técnico: El XAU/USD se debilita, el doble techo señala un giro bajista
Desde una perspectiva técnica, el metal amarillo sigue bajo presión al entrar en el fin de semana, cotizando cerca de 3.180$ después de no poder mantenerse por encima de la marca psicológica de 3.200$. El gráfico diario revela un patrón de doble techo bajista, señalando una posible reversión de tendencia desde los máximos históricos de abril. La línea de cuello de este patrón se alinea estrechamente con la zona de soporte de 3.160$–3.150$, que también está reforzada por la media móvil exponencial (EMA) de 50 días en 3.168$. Una ruptura decisiva por debajo de esta zona podría abrir la puerta a una corrección más profunda hacia el nivel de 3.000$.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) en el gráfico diario se sitúa cerca de 45 por debajo del nivel neutral, mostrando un debilitamiento del momentum alcista y confirmando aún más el sesgo técnico bajista. A menos que los alcistas recuperen la región psicológica de 3.250$ con fuerte convicción, el camino de menor resistencia para el Oro sigue inclinado hacia la baja.