El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el valor del Dólar estadounidense frente a una cesta de divisas, perdió terreno el martes, cayendo a 101.50 ya que los datos de inflación de abril fueron más suaves de lo esperado. Mientras que el IPC subió un 0.2% mensual y un 2.3% anual, fallando en las previsiones, la inflación subyacente se mantuvo estable en 2.8%.
Los operadores se mantienen cautelosos en medio de compromisos comerciales vagos con China y el Reino Unido, y hay nuevas incertidumbres después de que el presidente Trump impulsara planes de inversión y fiscales ambiciosos sin detallar cómo impactarían en la economía. A pesar de los titulares sobre la desescalada arancelaria, la tasa arancelaria efectiva calificada por Fitch sobre los bienes chinos sigue por encima del 40%, alimentando dudas sobre la durabilidad del reciente acuerdo.
El Índice del Dólar estadounidense exhibe una señal bajista, cotizando actualmente cerca de 101.00 tras un leve descenso diario. La acción del precio se sitúa cerca del extremo inferior del rango intradía entre 101.19 y 101.76. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) y el Oscilador Último se mantienen en los 50, sugiriendo un impulso neutral.
El Indicador de Convergencia/Divergencia de Medias Móviles (MACD) muestra una modesta señal de compra, pero esto es contrarrestado por el Índice de Fuerza Relativa Estocástico (Stochastic RSI) Rápido, que está extendido en los 90, indicando condiciones de sobrecompra. Además, el indicador de Momentum de 10 períodos cerca de 2.00 refuerza la presión de venta a corto plazo.
En el frente de las medias móviles, la media móvil simple (SMA) de 20 días continúa apuntando hacia arriba, insinuando un optimismo a corto plazo. Sin embargo, la media móvil exponencial (EMA) de 50 días, la SMA de 50 días, la SMA de 100 días y la SMA de 200 días —todas agrupadas cerca del nivel 100— indican una tendencia bajista más amplia. Los niveles clave de soporte se identifican en 100.94, 100.73 y 100.63, mientras que los niveles de resistencia se anotan en 101.42, 101.94 y 101.98.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.