El Dólar estadounidense (USD) ha entrado en una fase de consolidación. Es posible que el Dólar siga teniendo dificultades para encontrar una dirección clara en marzo, pero los economistas de ING esperan que la presión bajista del Dólar se intensifique a partir del segundo trimestre.
Desde el punto de vista del mercado, ya se ha digerido por completo la idea de que los datos de inflación y actividad de EE.UU. son resistentes. Los inversores se sienten cómodos con tres recortes de 25 puntos básicos de aquí a diciembre, ya que no hay datos suficientes para volverse más moderados ahora. Del mismo modo, parece poco probable un recorte de tipos antes de junio. Todo esto se traduce en un Dólar resistente, con el par EUR/USD cotizando a 1.0800, lo que nos parece justo dadas las condiciones del mercado.
Los datos de EE.UU. no van a perder ni un ápice de su centralidad para los mercados en el nuevo mes: probablemente se espere que empecemos a ver cierta suavización en los datos de febrero, empezando por las nóminas. Pero si bien hemos observado recientemente una asimetría moderada en las expectativas de tipos, el baño de realidad de los bonos en febrero puede haber puesto el listón un poco más alto ("más bajo", desde la perspectiva de los datos estadounidenses) para una nueva ronda de entusiastas apuestas de relajación.
Nuestra opinión sigue siendo que en el segundo trimestre los datos estadounidenses serán lo suficientemente débiles como para que el Dólar caiga, y creemos que la caída del Dólar no se acelerará hasta el verano.