Corea del Sur ha dado a Google un plazo de sesenta días para abordar las preocupaciones de seguridad relacionadas con su acceso a los datos cartográficos del país. El gobierno parece no estar convencido ante el argumento de la precisión de la navegación GPS, priorizando en cambio la seguridad del país al limitar el acceso de Google a sus datos cartográficos locales.
El Ministerio de Tierras, Infraestructura y Transporte anunció el viernes que Corea del Sur ha retrasado una decisión sobre la solicitud de Google de exportar datos de mapas locales para su uso en servidores fuera del país.
El ministerio declaró que su Instituto Nacional de Información Geográfica decidió posponer la decisión 60 días para que Google tuviera tiempo de proponer medidas que aborden las preocupaciones de seguridad nacional de Corea del Sur. El retraso significa que el asunto seguirá sin resolverse antes de una posible cumbre entre los líderes de ambos países a finales de este mes.
Todavía no está claro si el tema se incluirá en la agenda de la cumbre.
Google , propiedad del gigante tecnológico estadounidense Alphabet, ha solicitado permiso para almacenar y procesar datos cartográficos de Corea del Sur en el extranjero, solicitudes que fueron rechazadas en 2007 y 2016 por motivos de seguridad. Dichas denegaciones se basaron en el riesgo potencial de exponer información sensible, como la ubicación de instalaciones militares.
La postura de Corea del Sur gira en torno al entorno de seguridad del país. La Guerra de Corea (1950-1953) finalizó sin un tratado de paz, dejando a la península en un estado de conflicto técnicamente no resuelto. Las autoridades han argumentado que permitir la transferencia de datos geoespaciales detallados al extranjero podría facilitar la localización de sitios sensibles, como infraestructura de defensa, que podrían comprometer la seguridad nacional.
El ministro de Transporte, Kim Yoon-duk, reiteró a finales del mes pasado que el gobierno debe seguir siendo “muy cauteloso” al conceder acceso a mapas a empresas extranjeras, subrayando que la defensa y la seguridad pública tienen prioridad sobre las consideraciones comerciales .
En cambio, Estados Unidos considera que las restricciones de Corea del Sur a los flujos transfronterizos de datos constituyen barreras de larga data para los servicios de navegación extranjeros. Funcionarios estadounidenses han argumentado que estas medidas han obstaculizado el funcionamiento de plataformas como Google Maps y Apple Maps, limitando su competitividad en el mercado surcoreano.
Google ha dicho que la ausencia de ciertos datos de mapas restringe su capacidad de proporcionar la funcionalidad completa de Google Maps dentro del país, causando lo que describe como “grandes inconvenientes” para los turistas extranjeros.
Según la empresa, no existen preocupaciones legítimas de seguridad sobre sus datos cartográficos, que según dice ya están disponibles públicamente y son utilizados por una variedad de empresas después de pasar las revisiones de seguridad del gobierno.
Google declaró su disposición a colaborar con las autoridades surcoreanas para abordar sus preocupaciones. La compañía afirmó que mantiene conversaciones estrechas con el gobierno sobre medidas de seguridad adicionales que podrían cumplir con sus requisitos regulatorios.
Una opción que se está considerando es comprar imágenes borrosas de socios locales cuyos datos ya han sido aprobados por el gobierno.
El aplazamiento de 60 días del gobierno de Corea del Sur tiene como objetivo darle a Google tiempo para desarrollar dichas soluciones.
Sin embargo, el asesordentKim Yong-beom dijo el mes pasado que Corea del Sur no ha hecho concesiones en la cuestión de los datos de los mapas, ni en el asunto separado de una mayor apertura de su sector agrícola, a pesar de las extensas negociaciones comerciales bilaterales con Estados Unidos.
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