El cruce AUD/JPY desciende a cerca de 96.60 durante las horas de negociación asiáticas del jueves. El Dólar australiano (AUD) se mantiene débil frente al Yen japonés (JPY) a pesar de los comentarios de línea dura de los responsables del Banco de la Reserva de Australia (RBA).
La Gobernadora del RBA, Michele Bullock, dijo el jueves que el banco central es cauteloso con respecto a recortar las tasas de interés hasta haber reunido más evidencia de que la inflación sigue un camino de regreso hacia el objetivo del 2.5%. Bullock además declaró que la demanda laboral sigue siendo fuerte mientras que la inflación subyacente está disminuyendo gradualmente. Sin embargo, sus comentarios de línea dura no logran impulsar al Aussie, ya que los operadores continúan evaluando los desarrollos en torno a un nuevo acuerdo comercial de EE.UU.
El Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, dijo el jueves que se reunirá con funcionarios chinos en Estocolmo la próxima semana para discutir una extensión del plazo para negociar un acuerdo comercial. Los inversores se mantienen cautelosos sobre cómo se desarrollarán los acuerdos arancelarios.
El optimismo en torno al nuevo acuerdo comercial entre EE.UU. y Japón proporciona cierto soporte al Yen japonés y actúa como un viento en contra para el cruce. El Presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció el miércoles un acuerdo "masivo" con Japón que incluye aranceles "recíprocos" del 15% sobre las exportaciones del país a EE.UU. El nuevo acuerdo es notablemente inferior al 25% que Trump había amenazado anteriormente.
Por otro lado, la creciente incertidumbre política en Japón podría ejercer cierta presión de venta sobre el JPY. El Primer Ministro japonés, Shigeru Ishiba, negó el miércoles planes de renunciar. La especulación surgió tras la pérdida de la mayoría en la cámara alta por parte de la coalición gobernante en las elecciones del fin de semana, aumentando los temores sobre la estabilidad del liderazgo.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.