El GBP/USD subió el miércoles, registrando fuertes ganancias por tercer día consecutivo y acercándose a la zona de 1.3600. El Dólar estadounidense (USD) está sufriendo en todos los ámbitos, impulsado por las expectativas del mercado de acuerdos comerciales de última hora entre la administración Trump y todos los demás antes de la fecha límite del 1 de agosto para los aranceles "recíprocos". La presión de venta del Dólar en el espacio de divisas dio un impulso a la Libra Esterlina (GBP), fortaleciendo aún más la acción del cable hacia el lado alcista.
EE.UU. tiene un acuerdo comercial tentativo con Japón, que incluiría un arancel recíproco del 15% sobre todos los productos japoneses, y la administración Trump puede haberlo hecho más difícil, no más fácil, para las empresas extranjeras, al menos aquellas con sede en Japón, para trasladar sus cadenas de producción a EE.UU. Existen rumores de otro posible acuerdo comercial en proceso con la Unión Europea (UE), pero personal clave dentro del equipo de Trump ha echado agua fría sobre esos rumores, calificándolos de especulación.
Un informe doble del Índice de Gerentes de Compras (PMI) está en la agenda para el jueves. Se espera que las cifras del PMI del Reino Unido (UK) y de EE.UU. en los componentes de Manufactura y Servicios suban en junio.
El GBP/USD continúa avanzando hacia una firme tendencia alcista, sin embargo, el Cable necesita superar la SMA de 20 días en 1.3564. El momentum indica que los compradores están ganando fuerza, como lo muestra el Índice de Fuerza Relativa (RSI).
Si los compradores de la Libra logran llevar el GBP/USD por encima de la SMA de 20 días, la próxima resistencia sería el nivel de 1.3600. Una ruptura de este último expondrá la marca de 1.3650, seguida de 1.3700. Por el contrario, si el GBP/USD cae por debajo de la SMA de 50 días en 1.3520, el siguiente soporte sería 1.3500. Niveles de demanda adicionales se encuentran por debajo, con el mínimo diario del 21 de julio en 1.3402.
La Libra esterlina (GBP) es la moneda más antigua del mundo (886 d. C.) y la moneda oficial del Reino Unido. Es la cuarta unidad de cambio de divisas (FX) más comercializada en el mundo, representando el 12% de todas las transacciones, con un promedio de 630 mil millones de $ al día, según datos de 2022. Sus pares comerciales clave son GBP/USD, que representa el 11% de FX, GBP/JPY (3%) y EUR/GBP (2%). La Libra esterlina es emitida por el Banco de Inglaterra (BoE).
El factor más importante que influye en el valor de la Libra esterlina es la política monetaria decidida por el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra basa sus decisiones en si ha logrado su objetivo principal de "estabilidad de precios": una tasa de inflación constante de alrededor del 2%. Su principal herramienta para lograrlo es el ajuste de los tipos de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, el Banco de Inglaterra intentará controlarla subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para las personas y las empresas. Esto es generalmente positivo para la libra esterlina, ya que los tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores globales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae demasiado es una señal de que el crecimiento económico se está desacelerando. En este escenario, el Banco de Inglaterra considerará bajar los tipos de interés para abaratar el crédito, de modo que las empresas se endeudarán más para invertir en proyectos que generen crecimiento.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden afectar el valor de la libra esterlina. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios y el empleo pueden influir en la dirección de la Libra esterlina.
Otro dato importante que se publica y afecta a la Libra esterlina es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda se beneficiará exclusivamente de la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo