El EUR/USD avanzó durante la sesión norteamericana, subiendo un 0.16%, ya que crecieron los rumores de que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) están a punto de firmar un acuerdo, similar al que se firmó entre Washington y Tokio el martes. Al momento de escribir, el par cotizaba por encima de 1.1770, habiendo alcanzado un mínimo diario de 1.1710.
Las noticias comerciales en EE.UU. están acaparando los titulares, manteniendo a los inversores alerta mientras el ánimo fluctúa entre el riesgo y la aversión al riesgo. El acuerdo comercial entre Japón y EE.UU., bajo el cual Japón paga un 15% de aranceles sobre las importaciones a EE.UU., desencadenó la primera caída del EUR/USD.
No obstante, un artículo en el Financial Times que afirma que la UE está cerca de sellar un acuerdo con Washington, con algunas similitudes al firmado por Tokio, provocó un cambio de rumbo, con el EUR/USD extendiendo sus ganancias más allá de 1.1750.
Al respecto, el asesor comercial de EE.UU., Peter Navarro, dijo que las filtraciones sobre un acuerdo deben tomarse "con un grano de sal", añadiendo que EE.UU. no negocia en público.
En el frente de datos, los precios de la vivienda en EE.UU. alcanzaron su nivel más alto para junio desde 1999, con un aumento del 2% respecto al mismo período del año anterior. Las ventas de viviendas existentes cayeron un -2.7% mensual a 3.93 millones en junio desde 4.04 millones el mes pasado.
El calendario económico de la UE reveló que la confianza del consumidor mejoró a -14.5 desde -14.7, aunque sigue muy por debajo de su promedio a largo plazo, según la Comisión Europea.
Las miradas se dirigen a la decisión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) el 24 de julio.
El EUR/USD tiene un sesgo alcista tras superar el máximo del 22 de julio de 1.1760, abriendo la puerta para probar 1.1800. Una ruptura de esta cifra expondrá el máximo del año hasta la fecha (YTD) de 1.1830, seguido de 1.1850. Por encima se encuentra 1.1900.
Por otro lado, si el EUR/USD cae por debajo de 1.1750, la media móvil simple (SMA) de 20 días podría actuar como un imán en 1.1714, antes de que el par deslice hacia 1.1700 y por debajo. La siguiente área de demanda sería la SMA de 50 días en 1.1544.
El Euro es la moneda de los 19 países de la Unión Europea que pertenecen a la eurozona. Es la segunda moneda más negociada del mundo, detrás del dólar estadounidense. En 2022, representó el 31 % de todas las transacciones de divisas, con un volumen de negocios diario promedio de más de 2,2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un estimado del 30 % de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4 %), el EUR/GBP (3 %) y el EUR/AUD (2 %).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Frankfurt (Alemania), es el banco de reserva de la eurozona. El BCE establece los tipos de interés y gestiona la política monetaria. El mandato principal del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal herramienta es la subida o la bajada de los tipos de interés. Los tipos de interés relativamente altos (o la expectativa de tipos más altos) suelen beneficiar al euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE toma decisiones sobre política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la Eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IPCA), son un importante indicador econométrico para el euro. Si la inflación aumenta más de lo esperado, especialmente si supera el objetivo del 2% del BCE, obliga al BCE a subir los tipos de interés para volver a controlarla. Los tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al euro, ya que hacen que la región sea más atractiva como lugar para que los inversores globales depositen su dinero.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden tener un impacto en el euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas de confianza del consumidor pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es buena para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al BCE a subir los tipos de interés, lo que fortalecerá directamente al euro. De lo contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona del euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la zona del euro.
Otro dato importante que se publica sobre el Euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda ganará valor simplemente por la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo