El EUR/USD detiene su racha de pérdidas de cinco días, cotizando alrededor de 1.1610 durante las horas asiáticas del miércoles. El par se aprecia a pesar de la estabilidad del Dólar estadounidense (USD), impulsado por la cautela de los traders antes del próximo Índice de Precios de Producción (IPP) de EE.UU. más tarde el miércoles. El Libro Beige de la Fed y la Producción Industrial también estarán en el punto de mira.
Sin embargo, el Dólar estadounidense puede recuperar terreno a medida que el informe de inflación de EE.UU. para junio reavivó las preocupaciones sobre las prolongadas altas tasas de interés de la Reserva Federal (Fed). El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE.UU. subió un 2.7% interanual en junio, coincidiendo con las expectativas del mercado. El IPC subyacente se situó en 2.9%, justo por debajo de la previsión del 3.0%, pero aún notablemente por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal.
El sentimiento del mercado se mantiene cauteloso en medio de la creciente incertidumbre en torno a las perspectivas de aranceles. El presidente de EE.UU., Donald Trump, notificó a 25 países sobre las nuevas tasas arancelarias que entrarán en vigor el 1 de agosto, incluidos los principales socios comerciales Canadá, México y la Unión Europea (UE). Sin embargo, Trump expresó su disposición a participar más en discusiones comerciales, indicando la posibilidad de negociar con la Unión Europea (UE) y otros socios comerciales clave.
El martes, Trump indicó que enviará cartas de aranceles pronto a países más pequeños, incluidas naciones de África y el Caribe, según Reuters. Trump además declaró que su administración probablemente establecería un arancel de "un poco más del 10%" para esos países.
La carta de Trump, que menciona un arancel de importación del 30% a la Unión Europea, ha generado preocupaciones en el Banco Central Europeo (BCE), que ahora se espera que presente una perspectiva más pesimista la próxima semana que la que tuvo en junio. A pesar de esto, los traders siguen confiando en que el BCE mantendrá las tasas de interés sin cambios en su próxima reunión.
Mientras tanto, los funcionarios de la UE han confirmado que las negociaciones para evitar aranceles aún están en curso. Sin embargo, se está preparando un paquete de represalias, que podría dirigirse a bienes estadounidenses por un valor de hasta 72.000 millones de euros con aranceles, apuntando a aeronaves y alcohol.
El Euro es la moneda de los 19 países de la Unión Europea que pertenecen a la eurozona. Es la segunda moneda más negociada del mundo, detrás del dólar estadounidense. En 2022, representó el 31 % de todas las transacciones de divisas, con un volumen de negocios diario promedio de más de 2,2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un estimado del 30 % de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4 %), el EUR/GBP (3 %) y el EUR/AUD (2 %).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Frankfurt (Alemania), es el banco de reserva de la eurozona. El BCE establece los tipos de interés y gestiona la política monetaria. El mandato principal del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal herramienta es la subida o la bajada de los tipos de interés. Los tipos de interés relativamente altos (o la expectativa de tipos más altos) suelen beneficiar al euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE toma decisiones sobre política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la Eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IPCA), son un importante indicador econométrico para el euro. Si la inflación aumenta más de lo esperado, especialmente si supera el objetivo del 2% del BCE, obliga al BCE a subir los tipos de interés para volver a controlarla. Los tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al euro, ya que hacen que la región sea más atractiva como lugar para que los inversores globales depositen su dinero.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden tener un impacto en el euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas de confianza del consumidor pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es buena para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al BCE a subir los tipos de interés, lo que fortalecerá directamente al euro. De lo contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona del euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la zona del euro.
Otro dato importante que se publica sobre el Euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda ganará valor simplemente por la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo