El EUR/USD se retira de los máximos anuales por encima de 1.1750, cayendo por debajo de 1.1700 a pesar de que los participantes del mercado están convencidos de que la Reserva Federal (Fed) recortará tasas en la reunión de septiembre. Un informe de inflación mixto en Estados Unidos (EE.UU.) y el optimismo entre los consumidores estadounidenses ejercieron presión a la baja sobre el par. En este momento, el par se negocia a 1.1695, prácticamente sin cambios.
Los datos económicos ocupan el centro del escenario el viernes, tras la desescalada del conflicto en Oriente Medio y la noticia de que China y EE.UU. han alcanzado un acuerdo comercial. La Oficina de Análisis Económico de EE.UU. informó que el PCE general estuvo en línea con las estimaciones y las cifras de abril. Al mismo tiempo, el PCE subyacente, que la Reserva Federal busca como su indicador preferido de inflación, aumentó por encima de las expectativas, indicando que los precios están subiendo modestamente.
Al otro lado del Atlántico, el Klas Knot del Banco Central Europeo (BCE) comentó que se anticipa al menos un recorte más de tasas de interés de 25 puntos básicos hacia finales de 2025. El vicepresidente del BCE, Luis De Guindos, dijo que la inflación está a punto de alcanzar el objetivo del 2%.
La agenda de la Eurozona reveló que la inflación en Francia cayó, mientras que el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IAPC) en España superó el objetivo del BCE.
La tendencia alcista se mantiene intacta tras imprimir una serie sucesiva de máximos y mínimos más altos, indicando que los compradores siguen en control. Aunque el Índice de Fuerza Relativa (RSI) ha alcanzado condiciones de sobrecompra, abriendo la puerta a un retroceso, es probable que el EUR/USD experimente una caída, proporcionando una oportunidad de compra para empujar la tasa de cambio hacia 1.1800. Una ruptura de este último expondrá 1.1900 y 1.2000.
Por el contrario, si el EUR/USD cae por debajo de 1.1700, el primer soporte sería el mínimo diario del 26 de junio de 1.1653. Una vez superado, el siguiente soporte sería 1.1600, antes de la SMA de 50 días en 1.1515.
El Euro es la moneda de los 19 países de la Unión Europea que pertenecen a la eurozona. Es la segunda moneda más negociada del mundo, detrás del dólar estadounidense. En 2022, representó el 31 % de todas las transacciones de divisas, con un volumen de negocios diario promedio de más de 2,2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un estimado del 30 % de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4 %), el EUR/GBP (3 %) y el EUR/AUD (2 %).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Frankfurt (Alemania), es el banco de reserva de la eurozona. El BCE establece los tipos de interés y gestiona la política monetaria. El mandato principal del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal herramienta es la subida o la bajada de los tipos de interés. Los tipos de interés relativamente altos (o la expectativa de tipos más altos) suelen beneficiar al euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE toma decisiones sobre política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la Eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IPCA), son un importante indicador econométrico para el euro. Si la inflación aumenta más de lo esperado, especialmente si supera el objetivo del 2% del BCE, obliga al BCE a subir los tipos de interés para volver a controlarla. Los tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al euro, ya que hacen que la región sea más atractiva como lugar para que los inversores globales depositen su dinero.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden tener un impacto en el euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas de confianza del consumidor pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es buena para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al BCE a subir los tipos de interés, lo que fortalecerá directamente al euro. De lo contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona del euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la zona del euro.
Otro dato importante que se publica sobre el Euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda ganará valor simplemente por la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo