El USD/MXN ha comenzado la semana probando un máximo diario en 18.97, pero poco a poco ha ido perdiendo terreno, cayendo a de nuevo al mínimo de 2025 alcanzado el miércoles pasado en 18.82 tras la apertura americana. Al momento de escribir, el par cotiza sobre 18.84, perdiendo un 0.63% en lo que llevamos de jornada.
El Índice del Dólar (DXY) vuelve a caer este lunes tras la pausa del viernes post ataque de Israel a Irán que originó un repunte en el billete verde. El DXY ha caído en las últimas horas a un mínimo diario en 97.68, provocado por varios factores.
El descenso más pronunciado en el Dólar se ha producido antes de la apertura americana, después de conocerse que el índice Empire manufacturero de la Fed de Nueva York ha caído en junio a -16 puntos desde los -9.2 de mayo, registrando su nivel más bajo desde marzo y decepcionando las expectativas de mejora a -5.5 puntos. Al débil dato estadounidense se le ha unido la declaración de Benjamín Netanyahu, quién según Reuters, ha señalado que estaban pidiendo a los ciudadanos de Teherán que evacuen la ciudad.
A este panorama, se añade la suavización de la inflación estadounidense, que la semana pasada mostró que creció menos de lo esperado en mayo, pesando sobre el Dólar. La Fed anunciará su decisión de tasas de interés este miércoles, y aunque todo indica que no moverá sus tasas de interés, el evento será de máximo interés ya que el foco se desplazará al gráfico de puntos, las proyecciones que la entidad realiza cada tres meses. Un cambio significativo en los pronósticos de la Reserva Federal respecto al gráfico de puntos publicado en marzo podría provocar un movimiento considerable del USD.
El Peso mexicano, por su parte, se está viendo beneficiado de la deriva de la política de Donald Trump, tanto en el frente migratorio como en el arancelario.
El sábado, miles de personas se manifestaron en Estados Unidos para protestar contra la política migratoria de Donald Trump y sus redadas masivas. Los Ángeles, Seattle y Nueva York registraron las manifestaciones más importantes de entre las casi 2.000 ciudades donde se realizaron protestas, con un gran volumen de ciudadanos mexicanos afectados por estas operaciones. La presión sobre el presidente estadounidense cada vez es mayor, ya que sus políticas afectan directamente a la economía del país, que puede perder mano de obra irremplazable en sectores clave como servicios y agricultura. En este sentido, la administración republicana comunicó el pasado jueves que se pausaran las redadas contra inmigrantes tanto en la hostelería como en el sector agrícola.
El foco gira ahora a la Cumbre del G7, ya que dentro de este marco se producirá el primer encuentro presencial entre la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y su homólogo estadounidense Donald Trump. La reunión está prevista para mañana martes 17 de junio, y durante la hora de duración estimada se espera que se traten con prioridad los asuntos relacionados con la migración y los aranceles. La mandataria mexicana se ha comprometido a defender los derechos de los migrantes mexicanos, apuntando que los mexicanos que viven en EE.UU. contribuyen al crecimiento económico del país.
Con la tendencia apuntando a la baja en temporalidades de corto, medio y largo plazo, el Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 comienza a mostrar que el USD/MXN está sobrevendido en el gráfico diario, por lo que podríamos ver una breve corrección del par en las próximas horas.
A la baja, una ruptura del soporte situado en el mínimo de diez meses en 18.82 podría provocar un movimiento a la baja en dirección a la zona de 18.60 primero, donde están los mínimos de mediados y finales de agosto, y a 18.40, que ejerció de contención en los últimos días de julio. Por debajo de 18.00, el USD/MXN podría caer a 17.60, suelo de los últimos doce meses.
Al alza, el cruce tendría que superar la media móvil de 100 períodos en gráfico horario situada en 18.96 para extender su movimiento alcista hacia 19.10, máximo de la pasada semana.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.