El par GBP/JPY cae desde máximos de ocho años en 189.00 en los primeros compases de la sesión neoyorquina. El cruce se ve presionado por la fuerte contracción de las ventas minoristas del Reino Unido en diciembre, a pesar de la temporada festiva.
La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) ha informado de que la importante caída de las ventas en las tiendas de alimentación y las compras navideñas anticipadas provocaron un descenso más acusado del gasto del consumidor en general. Entretanto, el aumento del gasto del consumidor también se vio mermado por la profunda crisis del coste de la vida debida a la subida de las tasas de interés y a la persistente presión sobre los precios.
Las ventas minoristas anuales sufrieron una fuerte contracción del 2.4%, mientras que los participantes del mercado preveían un fuerte crecimiento del 1.1%. La vulnerabilidad del gasto del consumidor ha renovado los temores a una recesión técnica de la economía británica.
Los inversores deben tener en cuenta que la economía británica se contrajo un 0.1% en el tercer trimestre de 2023, según las estimaciones revisadas de la ONS del Reino Unido. Las últimas previsiones del Banco de Inglaterra (BoE) indican que no se espera que la economía registre crecimiento alguno en el último trimestre de 2023. Si el Producto Interior Bruto (PIB) del cuarto trimestre se contrae, sería correcto afirmar que la economía británica se encuentra en una recesión técnica.
De cara al futuro, sería difícil para los responsables políticos del Banco de Inglaterra (BoE) mantener una política monetaria restrictiva para garantizar la estabilidad de precios o tomar una decisión moderada debido a las sombrías perspectivas económicas.
En cuanto al Yen japonés, los participantes del mercado esperan la primera reunión de política monetaria del Banco de Japón, prevista para el martes. Es poco probable que el BOJ haga hincapié en abandonar la política monetaria ultralaxa aplicada durante una década, debido a las tensiones desfavorables en Oriente Medio, la moderación de la inflación de los precios al consumo y la ralentización del crecimiento salarial.