El cruce AUD/JPY enfrenta cierta presión de venta cerca de 96.35 durante las horas de negociación asiáticas del jueves. El Dólar australiano (AUD) se debilita frente al Yen japonés (JPY) a medida que la tasa de desempleo de Australia salta a un máximo de tres años y medio en junio. Los operadores esperan los datos de inflación del Índice Nacional de Precios al Consumidor (IPC) de Japón de junio que se publicarán más tarde el viernes para obtener un nuevo impulso.
El empleo en Australia creció sustancialmente en junio. Los datos publicados por la Oficina de Estadísticas de Australia (ABS) el jueves mostraron que la tasa de desempleo del país subió al 4.3% en junio desde el 4.1% en mayo. Esta lectura estuvo por encima del consenso del mercado de 4.1% y registró el nivel más alto desde finales de 2021. Este informe de empleo apoyó la posibilidad de un recorte de tasas del Banco de la Reserva de Australia (RBA) el próximo mes, lo que ejerce cierta presión de venta sobre el AUD.
"Las impresiones de empleo consecutivamente malas y el salto en la tasa de desempleo al 4.3% probablemente asustarán al RBA," dijo Alex Loo, estratega macroeconómico en Toronto-Dominion Bank en Singapur. "Es probable que los inversores lean que el RBA podría optar por recortes consecutivos en agosto y septiembre ahora," agregó Loo.
Por otro lado, el crecimiento económico lento en Japón y la incertidumbre sobre los aranceles podrían reducir las apuestas por una subida inmediata de tasas del Banco de Japón (BoJ). Esto, a su vez, podría limitar el potencial alcista del JPY y actuar como un viento de cola para el cruce.
Además, el BoJ podría enfrentar presión política para mantener las tasas de interés bajas por más tiempo del que desea, ya que la coalición del Primer Ministro japonés Shigeru Ishiba podría perder la mayoría en la cámara alta en la votación del domingo. Los analistas esperan que si los grupos de oposición ganan terreno, eso podría impulsar los rendimientos de los bonos y complicar los esfuerzos del BoJ para normalizar la política monetaria.
Las condiciones del mercado laboral son un elemento clave para evaluar la salud de una economía y, por lo tanto, un factor clave para la valoración de las divisas. Un alto nivel de empleo, o un bajo nivel de desempleo, tiene implicaciones positivas para el gasto de los consumidores y, por tanto, para el crecimiento económico, lo que impulsa el valor de la moneda local. Por otra parte, un mercado laboral muy ajustado -situación en la que hay escasez de trabajadores para cubrir los puestos vacantes- también puede tener implicaciones en los niveles de inflación y, por tanto, en la política monetaria, ya que una oferta de mano de obra baja y una demanda alta conducen a unos salarios más altos.
El ritmo al que crecen los salarios en una economía es clave para los responsables políticos. Un crecimiento salarial elevado significa que los hogares disponen de más dinero para gastar, lo que suele traducirse en subidas de precios de los bienes de consumo. A diferencia de otras fuentes de inflación más volátiles, como los precios de la energía, el crecimiento salarial se considera un componente clave de la inflación subyacente y persistente, ya que es improbable que los aumentos salariales se deshagan. Los bancos centrales de todo el mundo prestan mucha atención a los datos de crecimiento salarial a la hora de decidir su política monetaria.
El peso que cada banco central asigna a las condiciones del mercado laboral depende de sus objetivos. Algunos bancos centrales tienen mandatos explícitamente relacionados con el mercado laboral más allá de controlar los niveles de inflación. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), por ejemplo, tiene el doble mandato de promover el máximo empleo y unos precios estables. Mientras tanto, el único mandato del Banco Central Europeo (BCE) es mantener la inflación bajo control. Aún así, y a pesar de los mandatos que tengan, las condiciones del mercado laboral son un factor importante para las autoridades dada su importancia como indicador de la salud de la economía y su relación directa con la inflación.