El S&P 500 reaccionó la baja tras alcanzar un máximo histórico en 6.316, encontrando vendedores que arrastraron el índice a un mínimo del día en 6.283. Actualmente, el S&P 500 cotiza en 6.293, perdiendo un 0.06% en la última jornada de la semana.
De acuerdo con información presentada por la Oficina del Censo de Estados Unidos, los permisos de construcciones aumentaron a 1.397 millones en junio, por encima del estimado de 1.39 millones y los 1.394 millones observados en mayo.
A la par, el Índice de sentimiento del consumidor preliminar de la Universidad de Michigan subió un 61.8 en julio, mejorando los 61.5 esperados y los 60.7 registrados en junio.
Por otro lado, los títulos de Molina Healthcare (MOH) caen un 10.41%, visitando mínimos no vistos desde el 1 de octubre de 2020 en 182.09$, firmando su segunda jornada consecutiva a la baja.
Las acciones de Elevance Health (ELV) se deslizan un 8.38% diario, alcanzando mínimos del 2 de noviembre en 276.41$, hilando dos sesiones consecutivas con pérdidas.
El S&P 500 retrocede 4 puntos, consolidándose dentro del rango del 17 de julio en 6.293.
El S&P 500 formó un soporte de corto plazo en 5.917, dado por el mínimo del 19 de junio en convergencia con el retroceso al 78.6% de Fibonacci. El siguiente soporte clave se encuentra en 5.742 mínimo del 23 de mayo. Al alza, proyectamos una toma de beneficios en 6.700, número cerrado que converge con la extensión al 127.2% de Fibonacci.
Gráfico diario del S&P 500
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.