El Índice del Dólar estadounidense (DXY), un índice del valor del Dólar estadounidense (USD) medido frente a una cesta de seis divisas mundiales, se mantiene a la defensiva cerca de 97.25, su nivel más bajo en tres años y medio durante la sesión asiática del miércoles.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, estaba considerando seleccionar al próximo presidente de la Reserva Federal (Fed) pronto, alimentando nuevas apuestas sobre recortes de tasas en EE.UU. Trump dijo que tiene una lista de posibles sucesores de Powell reducida a "tres o cuatro personas", sin nombrar a los finalistas. Las preocupaciones sobre la futura independencia de la Fed podrían socavar el Dólar estadounidense (USD) frente a sus rivales.
"Por ahora, las expectativas de que el presidente Trump elija a un presidente más dovish mantendrán la presión a la baja sobre la fijación de precios del FOMC y el USD," dijo Carol Kong, estratega de divisas en el Commonwealth Bank of Australia.
Mientras tanto, los mercados financieros han valorado la posibilidad de un recorte de tasas en la próxima reunión de la Fed en julio en un 25%, frente al 12% de hace una semana, y han valorado 64 puntos básicos (pbs) de reducciones para fin de año, frente a alrededor de 46 pbs la semana pasada, según Reuters.
El Producto Interior Bruto (PIB) de EE.UU. cayó a una tasa anual del 0.5% en el primer trimestre (Q1) de 2025, según la Oficina de Análisis Económico de EE.UU. (BEA) el jueves. Esta lectura fue peor que la estimación anterior y la expectativa del mercado de -0.2%. Los datos del PIB decepcionantes contribuyen a la debilidad del Dólar.
Los operadores estarán atentos a la publicación del viernes de los datos del Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE) de EE.UU. para mayo, la medida de inflación preferida de la Fed. Si el informe muestra un resultado más fuerte de lo esperado, esto podría ayudar a limitar las pérdidas del USD a corto plazo.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.