El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el valor del Dólar estadounidense frente a una cesta de divisas, se disparó a un máximo de un mes el lunes después de que China y los Estados Unidos anunciaron una pausa de 90 días en su guerra comercial. Ambos países acordaron reducir temporalmente los aranceles, con EE.UU. bajando los impuestos sobre los bienes chinos al 30% desde el 145% y China reduciendo los aranceles sobre los bienes estadounidenses al 10% desde el 125%.
Este impulso al apetito por el riesgo envió al Dólar estadounidense al alza, especialmente frente a refugios seguros tradicionales como el Yen japonés y el Franco suizo, ya que los inversores apuestan por un posible acuerdo comercial a largo plazo.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) está mostrando una señal alcista, cotizando alrededor de 102.00 con ganancias diarias de aproximadamente 1.00%. El índice se sitúa actualmente en el rango medio entre un fuerte soporte en 100.50 y una resistencia clave cerca de 102.00.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) se mantiene en los 50, señalando condiciones neutrales, mientras que el MACD muestra una señal de compra, indicando un impulso positivo. El Bull Bear Power cerca de 2.00 y el %K estocástico en los 80 confirman un sentimiento neutral a alcista, junto con una lectura del Índice de Canal de Productos de 270.
Las medias móviles a corto plazo favorecen a los compradores, con la media móvil simple (SMA) de 20 días y tanto la media móvil exponencial (EMA) de 10 días como la SMA agrupadas alrededor del nivel de 100.00. Sin embargo, las SMA de 100 días y 200 días a largo plazo continúan sugiriendo precaución. El soporte inmediato se encuentra en 100.91, 100.88 y 100.73, mientras que la resistencia se observa en 101.96, 102.08 y 103.43.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.