El Dólar estadounidense (USD) avanzó en la sesión europea del lunes, en un ejemplo perfecto de cómo los operadores siempre tienen en cuenta la suma de todos los componentes. El Dólar parece estar ignorando las apuestas del mercado de una Reserva Federal (Fed) moderada que planea próximos recortes de tasas para centrarse en cambio en la posibilidad de que Chairman Jerome Powell pronuncie un discurso de línea dura el miércoles.
En el frente económico, algunos elementos que moverán los mercados saldrán a la luz incluso antes de la reunión de la Fed, a saber, los datos JOLTS de ofertas de empleo de diciembre del martes. El miércoles se conocerá la decisión sobre las tasas de la Reserva Federal estadounidense y el discurso de su presidente, Jerome Powell. Los operadores tendrán que guardar algo de munición para otros eventos principales del jueves y el viernes: El jueves, el Instituto de Gestión de Suministros (ISM) publicará su PMI de manufactura, mientras que el viernes se publicarán las nóminas no agrícolas y el índice final de sentimiento de la Universidad de Michigan para cerrar la semana.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) sigue atrapado en un rango estrecho entre dos medias móviles muy importantes: la media móvil simple (SMA) de 55 días (103.10) y la de 200 días (103.51). El giro de los acontecimientos y los datos de la semana pasada no bastaron para impulsar al alza el Índice del Dólar. Se espera que la reunión de la Fed y el informe de empleo estadounidense sean fundamentales para el Dólar esta semana.
En caso de que el DXY pueda alejarse de la SMA de 200 días, se esperan más subidas. El primer nivel de resistencia alcista es 104.41, en la SMA de 100 días. Si también se supera, nada impedirá que el DXY se dirija a 105.88 o 107.20, el máximo de septiembre.
Con la repetición de otra ruptura por encima de la SMA de 200 días, una vez más, podría formarse una trampa alcista una vez que los precios comiencen a deslizarse por debajo de la misma media móvil. Los alcistas se verían obligados a vender en torno a 103.10, en la SMA de 55 días. Una vez por debajo, se abre la recesión hacia 102.0.
La Libra esterlina (GBP) es la moneda más antigua del mundo (886 d.C.) y la moneda oficial del Reino Unido. Es la cuarta unidad de divisas más negociada del mundo, con un 12% de todas las transacciones y una media de 630.000 millones de dólares al día, según datos de 2022.
Sus pares de divisas clave son el GBP/USD, también conocido como "Cable", que representa el 11% del mercado de divisas, el GBP/JPY, o el "Dragón", como lo conocen los operadores (3%), y el EUR/GBP (2%). La libra esterlina es emitida por el Banco de Inglaterra (BoE).
El factor más importante que influye en el valor de la Libra esterlina es la política monetaria que decide el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra basa sus decisiones en la consecución de su objetivo principal de "estabilidad de precios", es decir, una tasa de inflación estable en torno al 2%. Su principal herramienta para lograrlo es el ajuste de los tipos de interés.
Cuando la inflación es demasiado alta, el Banco de Inglaterra intenta contenerla subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para particulares y empresas. Esto suele ser positivo para el GBP, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales aparquen su dinero.
Cuando la inflación es demasiado baja, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando. En este escenario, el BoE considerará bajar los tipos de interés para abaratar el crédito, de modo que las empresas pidan más prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento.
Los datos publicados calibran la salud de la economía y pueden influir en el valor de la Libra esterlina. Indicadores como el PIB, los PMI manufactureros y de servicios, y el empleo pueden influir en la dirección de la Libra esterlina.
Una economía fuerte es buena para la Libra esterlina. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede animar al Banco de Inglaterra a subir los tipos de interés, lo que fortalecerá directamente a la Libra esterlina. De lo contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que la libra esterlina caiga.
Otro dato significativo para la libra esterlina es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un periodo determinado.
Si un país produce exportaciones muy solicitadas, su divisa se beneficiará exclusivamente de la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que desean adquirir estos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa para una balanza negativa.