El Euro (EUR) gana tracción positiva frente al Dólar estadounidense (USD) el viernes, apoyado por un Dólar más débil en medio de la relajación de los rendimientos del Tesoro estadounidense y un sentimiento de mercado cauteloso. El USD está bajo una leve presión tras un breve repunte durante la semana, mientras los operadores reaccionan a la creciente divergencia entre los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) sobre el momento y el ritmo de los recortes de tasas de interés.
El EUR/USD está subiendo durante las horas de negociación americanas del viernes, con el par cotizando alrededor de 1.1653. Al momento de escribir, sube más de un 0.50% en el día.
Mientras tanto, el Índice del Dólar estadounidense (DXY), que rastrea el valor del Dólar frente a una cesta de seis monedas principales, sigue bajo presión cerca de 98.18, habiendo retrocedido la mayor parte de sus ganancias semanales. A pesar de un sólido informe de Sentimiento del Consumidor de Michigan, el DXY mantiene pérdidas, ya que los datos carecieron del impulso necesario para revivir el impulso alcista.
El Índice preliminar de Sentimiento del Consumidor de la Universidad de Michigan para julio subió a 61.8 desde 60.7 en junio, superando las expectativas de 61.5. Tanto las condiciones actuales como el componente de expectativas mejoraron, reflejando un optimismo cauteloso entre los hogares estadounidenses. Los datos añadieron señales de resiliencia económica, reforzando la opinión de que la Fed puede permitirse retrasar los recortes de tasas de interés.
La creciente divergencia entre los funcionarios de la Fed sigue nublando las perspectivas de tasas de interés. Mientras el Gobernador Christopher Waller abogó por un recorte de 25 pbs en julio, citando un crecimiento laboral débil y minimizando la inflación impulsada por aranceles como transitoria, el Presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, advirtió que los efectos de los aranceles podrían alimentar una inflación persistente hasta 2026. Añadiendo a la mezcla, la Gobernadora de la Fed, Adriana Kugler, adoptó un tono más equilibrado, apoyando la idea de mantener las tasas de interés estables durante "algún tiempo" para asegurar que la inflación se mantenga en un camino sostenido hacia el objetivo del 2%.
El Euro estuvo bajo presión a principios de la semana después de que el Presidente de EE.UU., Donald Trump, revelara planes para imponer un arancel del 30% a las importaciones de la Unión Europea (UE), que entrará en vigor el 1 de agosto, reavivando temores de un nuevo conflicto comercial transatlántico. La amenaza de aranceles pesó sobre el sentimiento del mercado, generando preocupaciones sobre medidas de represalia por parte de la UE y su posible impacto en los flujos comerciales globales. Añadiendo presión a la baja, una serie de datos económicos positivos de EE.UU. impulsaron al Dólar estadounidense, arrastrando al EUR/USD a su nivel más bajo en casi un mes.
De cara al futuro, el Banco Central Europeo (BCE) está programado para anunciar su decisión de política el próximo miércoles, 24 de julio. Los mercados esperan ampliamente que el banco central mantenga las tasas sin cambios tras un recorte de 25 pbs en junio, mientras los funcionarios evalúan los datos entrantes y los riesgos globales. La amenaza de aranceles de EE.UU. añade una capa de incertidumbre, pero es poco probable que altere la postura de política a corto plazo.
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Frankfurt (Alemania), es el banco de reserva de la zona euro. El BCE fija los tipos de interés y gestiona la política monetaria de la región.
El principal mandato del BCE es mantener la estabilidad de los precios, lo que significa mantener la inflación en torno al 2%. Su principal herramienta para lograrlo es subir o bajar los tipos de interés. Unos tipos de interés relativamente altos suelen traducirse en un Euro más fuerte, y viceversa.
El Consejo de Gobierno del BCE adopta las decisiones de política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las adoptan los directores de los bancos nacionales de la zona del euro y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
En situaciones extremas, el Banco Central Europeo puede poner en marcha una herramienta política denominada Quantitative Easing (relajación cuantitativa). El QE es el proceso por el cual el BCE imprime Euros y los utiliza para comprar activos (normalmente bonos del Estado o de empresas) a bancos y otras instituciones financieras. El resultado suele ser un Euro más débil..
El QE es un último recurso cuando es improbable que una simple bajada de los tipos de interés logre el objetivo de estabilidad de precios. El BCE lo utilizó durante la Gran Crisis Financiera de 2009-11, en 2015 cuando la inflación se mantuvo obstinadamente baja, así como durante la pandemia de coronavirus.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE. Se lleva a cabo después del QE, cuando la recuperación económica está en marcha y la inflación empieza a aumentar. Mientras que en el QE el Banco Central Europeo (BCE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para proporcionarles liquidez, en el QT el BCE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo (o alcista) para el Euro.