El USD/MXN comenzó el jueves probando un mínimo diario en 18.70 pero tras la publicación de los datos estadounidenses de ventas minoristas y peticiones de subsidio de desempleo subió a 18.84, máximo del día. Al momento de escribir, el par cotiza sobre 18.82, ganando un 0.57% en lo que llevamos de jornada.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) ha subido a su nivel más alto desde el pasado 23 de junio en 98.93 nada más conocerse que los datos de ventas minoristas y peticiones semanales de subsidio por desempleo de EE.UU. fueron mejor de lo esperado.
Las ventas minoristas subieron un 0.6% mensual en junio tras haber caído un 0.9% en mayo, mejorando las previsiones del mercado, que esperaba un aumento del 0.1%. Excluyendo vehículos, el indicador creció un 0.5% frente al 0.3% previsto.
Por otra parte, las peticiones semanales de subsidio por desempleo disminuyeron en 7.000 la pasada semana, estableciéndose en 221.000 desde las 228.000 anteriores y mejorando las 235.000 estimadas por los expertos.
Los operadores estarán pendientes en las próximas horas de los discursos de varios miembros de la Fed, ya que según su postura, podrían debilitar o fortalecer al Dólar.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días está por encima de 50 en gráficos de corto y medio plazo, apuntando a más avances en las horas inmediatas, aunque se mantiene por debajo de ese umbral a largo término.
Al alza, es necesaria una ruptura del máximo de julio en 18.88 para poder extender el avance hacia la región de 19.00. Una vez por encima, la resistencia principal aparecerá en 19.35, techo del 23 de junio.
A la baja, un quiebre de la media móvil de 100 períodos en gráfico de una hora en 18.74 apuntará hacia el soporte localizado en el mínimo de un año alcanzado el 9 de julio en 18.55. Por debajo, el par podría extender la caída hacia 18.42, suelo de agosto de 2024.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.