El par EUR/USD opera con cautela alrededor de 1.1670 durante la sesión de trading asiática del lunes. El par de divisas principal enfrenta presión vendedora ya que el Euro (EUR) rinde ligeramente menos que sus pares, tras la imposición de aranceles del 30% por parte del presidente de Estados Unidos (EE.UU.) Donald Trump a las importaciones de la Unión Europea (UE), que entrarán en vigor a partir del 1 de agosto.
Junto con la UE, México también ha recibido una carta de EE.UU., especificando aranceles del 30%, junto con la amenaza de aumentar los mismos si la nación toma represalias o considera contramedidas.
Mientras tanto, la presidenta de la UE, Ursula von der Leyen ha declarado que su equipo continúa negociando los términos comerciales con Washington y ha expresado confianza en que el bloque de 27 naciones alcanzará un acuerdo antes de la fecha límite del 1 de agosto. Sin embargo, ha advertido que el bloque comercial podría anunciar contramedidas proporcionales, si es necesario, para salvaguardar sus intereses.
En EE.UU., los inversores esperan los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para junio, que se publicarán el martes. Los datos de inflación influirán significativamente en las expectativas del mercado sobre la perspectiva de política monetaria de la Reserva Federal (Fed). Los economistas esperan que las presiones inflacionarias en EE.UU. hayan crecido a un ritmo más rápido en junio.
El EUR/USD corrige cerca de la línea de tendencia ascendente trazada desde el mínimo del 25 de febrero de 1.0360, trazada en un marco de tiempo diario. La media móvil exponencial (EMA) de 20 días sigue proporcionando soporte al par alrededor de 1.1660.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días se desliza al rango de 40.00-60.00, sugiriendo que el impulso alcista se ha desvanecido. Sin embargo, la inclinación alcista se mantiene intacta.
En adelante, el par podría entrar en una trayectoria bajista y deslizarse hacia el mínimo del 23 de junio de 1.1454 y el soporte de nivel redondo de 1.1400, si rompe por debajo del mínimo del 24 de junio de 1.1573.
Por otro lado, un movimiento al alza del par por encima del máximo del 1 de julio de 1.1830 abrirá la puerta hacia la cifra de nivel redondo de 1.1900, seguido por la resistencia psicológica de 1.2000.
El Euro es la moneda de los 19 países de la Unión Europea que pertenecen a la eurozona. Es la segunda moneda más negociada del mundo, detrás del dólar estadounidense. En 2022, representó el 31 % de todas las transacciones de divisas, con un volumen de negocios diario promedio de más de 2,2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un estimado del 30 % de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4 %), el EUR/GBP (3 %) y el EUR/AUD (2 %).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Frankfurt (Alemania), es el banco de reserva de la eurozona. El BCE establece los tipos de interés y gestiona la política monetaria. El mandato principal del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal herramienta es la subida o la bajada de los tipos de interés. Los tipos de interés relativamente altos (o la expectativa de tipos más altos) suelen beneficiar al euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE toma decisiones sobre política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la Eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IPCA), son un importante indicador econométrico para el euro. Si la inflación aumenta más de lo esperado, especialmente si supera el objetivo del 2% del BCE, obliga al BCE a subir los tipos de interés para volver a controlarla. Los tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al euro, ya que hacen que la región sea más atractiva como lugar para que los inversores globales depositen su dinero.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden tener un impacto en el euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas de confianza del consumidor pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es buena para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al BCE a subir los tipos de interés, lo que fortalecerá directamente al euro. De lo contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona del euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la zona del euro.
Otro dato importante que se publica sobre el Euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda ganará valor simplemente por la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo