El Dólar Australiano está cotizando a la baja por segundo día consecutivo, retrocediendo desde los máximos del año, en 0.6590, con activos sensibles al riesgo presionados por la creciente incertidumbre sobre aranceles a medida que se acerca la fecha límite del 9 de julio.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, afirmó el jueves que comenzará a enviar cartas a los socios informándoles sobre los aranceles que se aplicarán a sus productos. Esta noticia puso a los inversores en alerta sobre una grave interrupción del comercio global y proyecta una sombra sobre los países exportadores netos, como Australia.
El par había comenzado a bajar un poco antes, ya que un informe de Nóminas No Agrícolas de EE. UU. más fuerte de lo esperado alivió las preocupaciones sobre el mercado laboral del país y aplastó las esperanzas de recortes de tasas inminentes por parte de la Reserva Federal de EE. UU.
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Desde una perspectiva técnica, el par está consolidando ganancias después del movimiento alcista de la semana pasada, pero el doble techo en 0.6590, junto con un máximo más bajo el jueves y el índice de fuerza relativa de 4 horas cruzando por debajo del nivel 50, sugiere que los bajistas están tomando el control
El par debería romper el área de 0.6535-0.6545 (mínimos del 2 y 3 de julio) para activar el patrón DT y confirmar una corrección más profunda. El objetivo medido de la figura es la confluencia del retroceso de Fibonacci del 38.2% del rally del 23 de junio al 1 de julio y el mínimo del 27 de junio, en 0.6510.
En el lado positivo, el par debería romper el mencionado máximo del 1 y 2 de julio, en 0.6590, para reanudar la tendencia alcista más amplia y centrar su atención en las extensiones de Fibonacci del 127.2% y 161.8% del movimiento ascendente del 27 de junio al 1 de julio, en 0.6610 y 0.6640, respectivamente.
Aunque los aranceles y los impuestos generan ingresos gubernamentales para financiar bienes y servicios públicos, tienen varias distinciones. Los aranceles se pagan por adelantado en el puerto de entrada, mientras que los impuestos se pagan en el momento de la compra. Los impuestos se imponen a los contribuyentes individuales y a las empresas, mientras que los aranceles son pagados por los importadores.
Existen dos escuelas de pensamiento entre los economistas respecto al uso de aranceles. Mientras que algunos argumentan que los aranceles son necesarios para proteger las industrias nacionales y abordar los desequilibrios comerciales, otros los ven como una herramienta perjudicial que podría potencialmente aumentar los precios a largo plazo y llevar a una guerra comercial dañina al fomentar aranceles recíprocos.
Durante la campaña electoral para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, Donald Trump dejó claro que tiene la intención de utilizar aranceles para apoyar la economía de EE.UU. y a los productores estadounidenses. En 2024, México, China y Canadá representaron el 42% del total de las importaciones de EE.UU. En este período, México se destacó como el principal exportador con 466.600 millones de dólares, según la Oficina del Censo de EE.UU. Por lo tanto, Trump quiere centrarse en estas tres naciones al imponer aranceles. También planea utilizar los ingresos generados a través de los aranceles para reducir los impuestos sobre la renta personal.