El Dólar estadounidense se encuentra entre las divisas más débiles del G8 este jueves. El sentimiento averso al riesgo provocado por una nueva amenaza arancelaria del presidente estadounidense Trump, junto con mayores esperanzas de recortes de la Fed, está empujando al USD/JPY a nuevos mínimos semanales por debajo de 143.60 l.
Las cifras del IPC de EE.UU. publicadas el miércoles revelaron que la inflación creció a un ritmo del 0.1% en mayo y del 2.4% interanual, por debajo de los aumentos respectivos del 0.2% y 2.5% pronosticados por los analistas del mercado.
Estas cifras han aliviado las preocupaciones sobre el impacto inflacionario de los aranceles del "Día de la Liberación" de Trump y han aumentado las esperanzas de que la Fed podría recortar las tasas de interés nuevamente en septiembre. La herramienta CME Fed Watch muestra una probabilidad de casi el 60% de un recorte de 25 puntos básicos después del verano, frente al 50% de la semana pasada.
Más temprano hoy, el presidente estadounidense Trump anunció que enviará cartas a todos los socios comerciales especificando un conjunto de demandas que deberán aceptar si quieren evitar aranceles más altos a partir del 9 de julio. La amenaza impulsó la aversión al riesgo y proporcionó un nuevo impulso al Yen.
En Japón, el Primer Ministro Ishiba observó que hay diferencias significativas en la forma de un acuerdo comercial con EE.UU. y afirmó que no está persiguiendo un cronograma particular para alcanzar un acuerdo.
Algo más tarde, el Jefe Negociador Comercial de Japón, Ryosei Akazawa, dijo que no tiene conocimiento de ninguna discusión sobre los bonos del Tesoro de EE.UU. y que cualquier negociación sobre ese tema será liderada por el Ministro de Finanzas Kato.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.